Las autoridades lograron sacar ayer los restos del vehículo en el que se accidentó la pareja de turistas estadounidenses Orlando Moore y Portia Ravanelle, luego de varios días luchando contra las condiciones del mar.
La hazaña se logró en horas de la tarde con la ayuda de una grúa que elevó hasta tierra firma los restos de un chasis retorcido. La operación fue complicada por la ubicación en la que quedó el carro que se precipitó al mar con los vacacionistas.
Según explicó el vocero de la Policía, coronel Frank Félix Durán, el proceso de extracción de los restos del vehículo se había prolongado porque este se encuentraba en una zona muy agreste y estaba incrustado en lo más profundo de una saliente de rocas en el mar.
“En el proceso por sacar el auto fueron rotos cuatro cables pues cada vez que se intentaba halar, el auto quedaba atascado entre unas rocas”, explicó Durán, quien agregó que el chasis fue enviado al laboratorio científico para verficarlo.
En lo adelante se espera que las investigaciones determinen en qué circunstancias se produjo la tragedia en la que murieron los turistas que habían sido reportadas como desaparecidas en EE.UU. luego de que no regresaran de las vacaciones que habían tenido en un hotel de Samaná, en el que se alojaron el pasado día 24 de marzo.