Los dominicanos somos “expertos” en  todo. En política, en deportes y, sobre todo, en medicina, por eso nada más hace toser para tener  al lado  mínimo unas cinco personas con recetas variadas de qué hacer para combatir la gripe.

Que si gomenol con cristal de sábila, que si limones y rábanos, que si pepino y miel… recetas habrá mucha.

Sin embargo, independientemente de la buena voluntad y de la muestra de solidaridad que hay en la sugerencia de estas recetas, el gesto podría tener efectos contraproducentes. Sobre todo cuando esto sobrepasa los productos naturales y se extiende hasta los medicamentos.

Los especialistas de la salud son enfáticos en recalcar el peligro que implica la automedicación. El  doctor José Espinosa es uno de ellos.

“El uso abusivo de los medicamentos es un problema serio y grave, que las personas aún no  toman en serio”, advierte.

Falta de diagnóstico, primer error

El peligro principal de la automedicación   está en que no se realiza lo fundamental ante cualquier signo de enfermedad: el diagnóstico.

Y el único que puede hacer esto es el médico, no los familiares, ni los amigos, ni el farmacéutico.

“No podemos perder de vista los principales valores del arte de comprender y sanar que desde antaño han constituido los pilares fundamentales de la relación médico-paciente y sin los cuales el acto médico carece de sentido: la entrevista clínica, la minuciosa exploración de nuestro paciente y los consejos sanitarios aportados ante un proceso patológico que por su bonanza evolutiva decidimos someter a tratamiento y recuperación en domicilio”, señala el galeno.

Poco tiempo, la causa principal

El eje transversal de los factores más importantes que parecen haber desencadenado esta cultura de auto administración de medicamentos es la falta de tiempo que tienen las personas para ir a consultarse con un médico.

“Esta escasez de tiempo para acudir a la consulta médica se debe a que la sociedad actual está dominada por las obligaciones laborales y domésticas”, dice.

Otro de los factores son la pérdida de la credibilidad sanitaria basada en el deterioro de la relación médico-paciente (se confía mas hoy en día en el desarrollo tecnológico que en las “manos” de un doctor).

El galeno critica las propagandas escritas o en la pantalla de medicamentos que muestran alivios inmediatos de síntomas, que en muchas ocasiones complican más la patología de base (tos seca nocturna y asma), por ejemplo.

Las consecuencias

De tomar medicamentos sin indicación  médica

1. El uso indiscriminado de antibióticos elimina no sólo de las bacterias dañinas, sino también  las bacterias propias del organismo, que nos protegen.

2. Mientras más medicamentos tome una persona, más resistentes se harán las bacterias.

3. Tomar tranquilizantes y productos ansiolíticos sin supervisión médica produce bajo rendimiento intelectual y deterioro de la capacidad de atención.

La frase

Doctor José Espinosa

Se debe utilizar  los servicios sanitarios para obtener unas recomendaciones fiables de tratamiento ante cualquier proceso patológico que se nos presente”.