“Autonomía de tus hijos”

“Autonomía de tus hijos”

Los hijos necesitan un cambio para lograr una mejor autonomía, llámese independencia personal. Para mucho de nosotros los padres esta decisión cuesta muchísimo esfuerzo y sacrificio hasta tal punto que aunque lo podemos lograr de forma física, mas no emocional, aunque dicen muchos expertos que aprender a disgregarse de los hijos es la mejor forma de dejarlos crecer en libertad y responsabilidad.

Pienso que lo ideal es cultivar en ellos valores básicos mientras estén con nosotros, como por ejemplo: aprender a organizar su ropa, cargar con sus mochilas y bultos, ayudar con los quehaceres de la casa etc… porque mayormente tendemos a sentir mucha compasión por ellos y hacemos inconscientemente el mínimo oficio que deberíamos transferir como parte del diario vivir y estoy segura que es mucho más saludable para su futuro que aprenda hoy las responsabilidades básicas y no que le sorprenda una realidad distante de lo que presenta el caminar de la vida. Esa cotidianidad con ellos nos lleva a atarnos fuertemente y la mayoría de las veces pensamos que sería mejor estar con nosotros siempre pero en realidad hay que dejarlos volar.

En lo destaca el Papa Francisco, quien instó a estar cerca de sus hijos, a educarles, pero también a “dejarlos crecer”.

Ellos les necesitan, necesitan vuestra presencia y vuestro amor”.

En la audiencia, el pontífice recordó la importante tarea de José y María, “que se preocuparon de que a Jesús no le falte lo necesario para un sano desarrollo físico y psicológico, enseñándole también un trabajo”.

Cada ciclo del niño tiene su alfa y omega en edades determinadas. Y es necesario superar una para pasar a la siguiente. Si pretendemos que no está pasando el tiempo y que la madurez no va de la mano con el niño podría ser hasta una falsa percepción de nosotros como adultos, y no necesariamente del niño, teniendo en cuenta que en todos los casos existen las excepciones, pero el mejor regalo y legado que podemos dejar a nuestros hijos es la autonomía, porque será la base fundamental para que realicen sus sueños y puedan transmitirlo a las siguientes generaciones. A veces suele suceder que, sin darnos cuenta y desde el más profundo amor que sentimos por ellos, no permitimos que realicen esa trayectoria de crecimiento y de comunicación conforme los parámetros habitualmente establecidos en la sociedad y clínicamente esperables. Siempre en nuestra mente tenemos un bebé en casa, pero la realidad es que ese bebé crece y debe volar a su propio destino.

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