La autopista Duarte no cuenta con paradas para los pasajeros y las áreas por donde la gente camina están repletas de hierba y de basura

POR LLENNIS JIMÉNEZ

La falta de señalización, de iluminación y de sistemas de protección para curvas, cunetas y puentes en la autopista Duarte, son las principales causas por las que cada semana ocurren tres  y cuatro accidentes de tránsito, de los que algunos terminan  en tragedia.

Ayer sucedió el primer accidente de tránsito de esta semana, cuando el carro que conducía una mujer se deslizó en la zona de Los  Bambuses, a la altura del kilómetro 56, en su ruta hacia Santo Domingo.

 La conductora,  cuyo nombre no pudo ser establecido, fue traslada a un centro médico de la capital por la gravedad de las heridas y su vehículo quedó parcialmente destruido, según oficiales de la Autoridad Metropolitana (AMET) que prestan servicio en la autopista y que levantan las estadísticas diarias. Desde el kilómetro 28 a Piedra Blanca  no aparece un semáforo, y de ahí hasta Santiago, porque no hay alumbrado público.

El mayor de AMET, Juan Segura Espinosa, a cargo del área que va desde el elevado de Los Alcarrizos hasta Bonao, dijo que la mayoría de los accidentes se dan por exceso de velocidad, por la carencia de la señalización. También por la inobservancia de los conductores, algunos de los cuales se quedan dormidos en los largos viajes por la zona del Norte.

En la autopista Duarte escasas comunidades tienen energía eléctrica que iluminen la vía da alta velocidad. Faltan los reflectores nocturnos que llevan las pistas (ojos de gato) para mostrar los carriles con claridad y dar mayor seguridad  a los conductores. En el largo trayecto de la autopista funcionan escasos semáforos y los conductores han destruido parte de las barandas de los  puentes que cruzan  los ríos y arroyuelos, como el de Maimón, en Piedra Blanca.

En la autopista de agresivo tránsito no hay puestos de socorro, desde que se deja el kilómetro 25, ni se observan ambulancias para las emergencias.   Piedra Blanca es la comunidad con el mayor peligro, ya que no tiene ningún tipo de señalización en el triángulo de la entrada Nagua-Cotuí.