Washington.- Dylann Roof, el hombre que mató en 2015 a nueve feligreses negros en una histórica iglesia de Charleston (EE.UU.), se representó hoy a él mismo en su juicio y aseguró que tenía facultades mentales plenas en el momento de la matanza.
“No hay nada malo conmigo psicológicamente”, aseguró hoy Roof, en el primer día de la fase final del juicio y ante el jurado que debe decidir si es condenado a muerte o a cadena perpetua.
Roof, de 22 años, se dirigió directamente a los 12 miembros del jurado que deben decidir sobre su vida porque decidió prescindir de sus abogados y representarse a sí mismo en la fase final del proceso, en la que no tiene pensado llamar a testificar a ningún testigo y tampoco presentar nuevas pruebas.
Aunque su defensa ha calificado la actitud de Roof de “delirante» y “anormal”, el juez Richard M. Gergel de la corte del distrito sur de Carolina del Sur consideró este lunes que el joven tiene la competencia mental y emocional para defenderse a sí mismo.
Una defensa basada en una discapacidad mental podría ser la mejor oportunidad de Roof para librarse de la pena de muerte, pero el joven aseguró hoy que estaba en pleno ejercicio de sus facultades mentales cuando la noche del 17 de junio de 2015 mató a nueve feligreses negros e hirió a otros cinco.
“No voy a mentirles a ustedes, tampoco a mí mismo ni a nadie más”, dijo hoy Roof con un tono de voz muy bajo y mientras sus abuelos presenciaban sus argumentos desde la segunda fila de la sala, según recogen los medios locales.
El joven, que apareció hoy vestido con un jersey gris, ya había comunicado al juez que no llamará a testificar a ningún experto de salud mental porque no cree que la psicología sea una ciencia fiable, según escribió en su diario personal y recoge el diario The New York Times.
“Quiero declarar que me opongo moralmente a la psicología”, escribió en su diario Roof, quien consideró que la psicología “es una invención judía y no hace más que inventarse enfermedades y decirle a la gente que tiene problemas cuando no los tiene».
El mes pasado, los mismos miembros del jurado que hoy escucharon a Roof lo declararon culpable de los 33 cargos de los que se le acusaba, incluidos delitos de odio y posesión ilegal de armas. Si el jurado no pronuncia un veredicto unánime a favor de la pena capital, Roof pasará el resto de su vida en prisión.
Durante la audiencia de hoy, los fiscales volvieron a retratar a Roof como un “frío y calculador” supremacista blanco que planeó durante meses al ataque y lo perpetró con el objetivo de desencadenar una guerra racial en un momento de gran tensión social en EE.UU. por la muerte de afroamericanos a manos de la Policía.
Para demostrar que Roof debe ser condenado a muerte, el fiscal Nathan Williams leyó el extracto de unas notas que escribió el acusado seis semanas después de la masacre y en las que aseguraba que, aunque ya no podía ir al cine o comer buena comida, el ataque a la iglesia de la comunidad afroamericana había “merecido la pena».
“Quisiera dejarlo claro, no me arrepiento de lo que hice. No lo siento”, escribió Roof, según leyó hoy Williams. Durante el proceso, Roof ha confesado los crímenes y ha reconocido que eligió atacar la iglesia metodista de Charleston por ser una de las más antiguas congregaciones del sur de Estados Unidos y una de las más firmes en la defensa de los derechos de los negros.
La noche del ataque a la histórica iglesia, Roof se sentó durante 45 minutos en uno de los bancos con un arma semiautomática mientras los feligreses leían la Biblia. Roof dijo que quería iniciar una “guerra de razas” para provocar el despertar de la raza blanca y también vengarse de los afroamericanos, razón por la que en el momento de la matanza gritó ante los feligreses- «¡Han violado a nuestras mujeres, están apoderándoos de nuestro país y tienen que irse!».