LOS ANGELES. AFP. El alumno de 12 años que abrió fuego el martes en un colegio en Nuevo México (suroeste de Estados Unidos), hiriendo a un profesor y a dos estudiantes, había planificado el ataque, anunció la policía el miércoles.  

El niño está ahora en prisión y «estamos trabajando con la oficina del fiscal en su inculpación y en la forma cómo ésta se va a desarrollar» tomando en cuenta su edad, declaró a la prensa Pete Kassetas, jefe de la policía de Nuevo México.

Kassetas también aseguró que los investigadores «hallaron pruebas de que el sospechoso había planificado el incidente».

El martes por la noche, la policía registró su casillero en la escuela, el bolso en el que transportaba el arma y su domicilio.

El tiroteo se produjo temprano en la mañana del martes ante alrededor de 500 alumnos, en el gimnasio del colegio Berrendo, que se mantiene cerrado este miércoles mientras los habitantes de la ciudad de Roswell organizan una velada por los estudiantes heridos.

Una tercera persona, el profesor que controló al autor de los disparos, resultó ligeramente herida.

La gobernadora de Nuevo México, Susana Martínez, precisó durante una conferencia que el estado de los dos niños heridos no había cambiado desde su última conversación con la prensa el martes por la noche.

Una adolescente de 13 años, identificada como Kendal Sanders, estaba «estable» y será dada de alta del hospital «dentro de una semana. Recibió una herida en la espalda».

La otra víctima, un niño de 12 años, «aún está en estado crítico. Fue herido en la cara y el cuello», dijo la gobernadora.

El martes por la noche, Peter Kassetas había confirmado que el autor de los disparos «tiene 12 años» y que utilizó «un fusil de caza calibre 20».

El miércoles, agregó que el atacante usó tres cartuchos, que disparó contra sus víctimas «a una distancia de 3,6 a 4,5 metros» y que usó todas sus municiones.

El fusil provenía de su domicilio y probablemente pertenecía a sus padres, precisó el oficial.

El adolescente también habría advertido a sus pares de las intenciones que tenía. «Tenemos informaciones preliminares en el sentido de que (el autor de los disparos) habría invitado, antes de los hechos, a algunos alumnos a no ir a la escuela, pero aún no lo hemos confirmado», dijo Kassetas.

Según testigos del tiroteo, el autor ingresó sin uniforme ni morral al gimnasio, sacó su arma y comenzó a disparar, «tres veces», según el relato de Joshua Ramírez a un canal local de televisión.

La gobernadora Martínez, por su lado, saludó el comportamiento heroico del profesor John Masterson, quien controló al autor de los disparos.

Vio «que el joven disparaba y disparaba, antes de apuntar su arma hacia él (Masterson). Comenzó a hablarle, le pidió que bajara el arma. El joven bajó el arma y levantó sus manos».