Leónidas Radhamés Trujillo Martínez fue un agente encubierto de la Drug Enforcement Administration (DEA, por sus siglas en inglés) y que se infiltró en el cartel de Cali, dirigido por los hermanos Rodríguez, el cual lo descubrió le tendieron una trampa, lo mataron y lo descuartizaron.

Estas revelaciones están contenidas en la obra “Desafíos del presente: una opción de vida”, del abogado y escritor Máximo Castillo Salas, quien lo presentó anoche en el paraninfo de Ciencias Jurídicas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).

“Se infiltró en el cartel de Cali y fue acusado de traicionar las operaciones de estos, a causa de la captura por la DEA de varios cargamentos de drogas, los cuales Trujillo Martínez, como jefe de operaciones del referido cartel, tenía la responsabilidad de que llegaran sin tropiezos a su destino”, dice el autor en la obra.

Castillo Salas afirmó que esos datos se los ofreció Ramfis Trujillo Domínguez, sobrino de Radhamés, quien le dijo que su tío también se encargaba del tema de los haitianos y de los carteles de drogas colombianos para el Gobierno de los Estados Unidos.

El libro también contiene un capítulo dedicado a la sentencia 168/13 del Tribunal Constitucional, en el que el autor entiende que esta le hace más bien que daño a la nación haitiana y que debe ser defendida porque es un asunto de soberanía.

Además, Castillo Salas hace una paralelismo entre los gobiernos de Pedro Santana, Buenaventura Báez y Leonel Fernández y afirma que este último ha sido más entreguista que los dos primeros y que creó un triángulo de hierro porque está enfermos del poder y lo suyo es el continuismo.