Autoridad

Autoridad

BONAPARTE GAUTREAUX PIÑEYRO
Autoridad.- Facultad, poder de una o varias personas sobre otra u otras subordinadas para exigirles el cumplimiento de las normas jurídico-sociales o de otro orden cualquier.

Algunos autores definen dicha voz como poder de hacerse obedecer por influencia moral, mejor que por constreñimiento físico. La mayor parte de los tratadistas, al usar la voz autoridad, no excluyen de su contenido ideológico, en más o menos, la necesidad y existencia de la coacción, bien que ésta se encuentre latente, y posible, o bien actuante”.

La autoridad, para que exista, tiene que ser ejercida con estricta sujeción a la Constitución y a las leyes, la moral y las buenas costumbres.

De todo esto carecemos en el país, quizá carecemos de autoridad desde siempre.

Pero ¿debemos conformarnos con saber que en nuestro país no hay autoridad, aunque haya “autoridades”?

La autoridad debe ser ejercida para contribuir a la búsqueda de la felicidad para el pueblo gobernado.

La autoridad debe ser ejercida como un modelo de educación para que los gobernados sepan que tienen derechos que ejercer y deberes que cumplir.

Cuando una “autoridad” se coloca por encima de la Constitución y las leyes ejerce la arbitrariedad, el abuso, el inexistente derecho al atropello.

Dado que la ausencia da autoridad es desde siempre, nos quieren acostumbrar a que aceptemos como bueno lo que no lo es y a que acatemos disposiciones que atentan contra el derecho a vivir sin temor.

A diario, constantemente distintos actores de la vida nacional forcejean para obtener una cuota de poder, con promesas de actuar correctamente y luego vemos que unos tras otros son los mismos, trillan los caminos de irrespeto como si fuera un buen modelo a seguir.

Los hombres, que todo lo corrompemos, queremos llegar al poder, sin que importen los medios, nos falta ser gobernados por “El hombre de honor no tiene más patria que aquella en que se protegen los derechos de los ciudadanos y se respeta el carácter sagrado de la humanidad”.

Conocemos y hemos convivido con personas que olvidan que “En moral como en política hay reglas que no se deben traspasar, pues su violación suele costar caro”.

Lo peor de todo es que la sociedad acepta a los grandes ladrones y asesinos, de los gobiernos y de la sociedad civil, como triunfadores.

Ello, porque “la impunidad de los delitos hace que estos se cometan con más frecuencia, y al fin llega el caso de que el castigo no basta para reprimirlos” “La justicia sola es la que conserva la República…La corrupción de los pueblos nace de la indulgencia de los Tribunales y de la impunidad de los delitos. Mirad, que sin fuerza no hay virtud; y sin virtud perece la República”.

La falta de autoridad nos acerca al despeñadero.

Las frases entrecomilladas fueron extraídas de la edición de las “Obras Completas” de Simón Bolívar, editadas por el gobierno revolucionario de Rómulo Betancourt en 1947.

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