Washington.- El director general de Salud Pública de Estados Unidos, Vivek Murthy, alertó hoy de que más de 20 de millones de personas padecen un problema de abuso de sustancias como las drogas en el país. Según el informe del director general de salud pública publicado hoy en su página web, 20,7 millones de personas sufren de abuso de sustancias, como el alcohol y las drogas, aunque solo uno de cada 10 reciben tratamiento para combatir su condición.
En la actualidad, el número de personas con un trastorno por uso de sustancias supera en 1,5 veces el número de personas diagnosticadas con cáncer, mientras que más personas usan opiáceos recetados que tabaco.
Esto significa que, por lo menos, uno de cada siete estadounidenses desarrollará un problema de adicción en algún momento durante su vida.
Murthy afirmó que, durante mucho tiempo, la gente ha pensado en los trastornos por abuso de sustancias como una enfermedad por elección propia, un defecto de carácter o un fracaso moral, lo que llevó a subestimar cómo la exposición a sustancias adictivas puede conducir a la adicción plena.
“Estos trastornos cambian los circuitos en el cerebro del enfermo, afectan a su capacidad de tomar decisiones y modifican su sistema de recompensas y su respuesta al estrés. Ello nos indica que la adicción es una enfermedad crónica del cerebro y tenemos que tratarla con la misma urgencia y compasión que hacemos con cualquier otra enfermedad”, añadió.
Mientras casi 33.000 personas murieron a causa de accidentes de tráfico en 2014, el informó señaló que aproximadamente 50.000 personas lo hicieron a causa de una sobredosis- 30.000 por sobredosis de opio, incluyendo heroína o medicamentos recetados, y otras 20.000 por abuso de alcohol, cocaína u otro tipo de medicamento recetado.
Este trastorno cuesta más de 420.000 millones de dólares al año en forma de costes de atención médica, pérdida de productividad económica y costes para el sistema de justicia penal, lo que supone un gasto muy superior al del tratamiento de la diabetes.
Tras los graves efectos que causó en la juventud de EE.UU. en las décadas de 1970 y 1980, la heroína volvió a las calles estadounidenses desde 2014 como alternativa barata y accesible a los analgésicos con receta derivados del opio, cuyo acceso es más restringido ante los índices registrados de adicción. Este informe es el primero de esta autoridad sanitaria en tratar el abuso de sustancias, según Murthy, quien espera que influya en los ciudadanos.