Mientras toda la atención de las autoridades y organismos de socorro se concentra en más de 400 familias cuyas viviendas fueron inundadas por el río Ozama, en el sector La Barquita de Los Mina, nadie va en auxilio de otra cantidad similar en Los Coordinadores de Sabana Perdida, en Santo Domingo Norte, aun más vulnerables que los primeros.

Tampoco autoridad alguna había acudido ayer a evaluar los daños materiales a más de 300 familias del sector Puerto Rico, en Los Ríos, donde la crecida de la cañada dañó camas, colchones, estufas, neveras, radios y otros ajuares, además de la muerte de tres personas el pasado lunes.

Ayer en La Barquita 423 familias estaban en refugios y en casas de familiares, vecinos y amigos, luego de que el río Ozama comenzara a inundar sus viviendas, lo que sus moradores esperan que esta sea la última vez, ya que para el año próximo confían en que estarán en el proyecto Nueva Barquita, que construye el Gobierno en La Javilla, Sabana Perdida.

Eridania Rosario, Rafael Holguín, Josefina Madé y otros dirigentes comunitarios de La Barquita, resaltan el que nunca como ahora habían recibido tanta solidaridad de vecinos y autoridades.

Señalaron que una comisión de la Presidencia de la República acudió a primera hora de la mañana de ayer para efectuar un levantamiento sobre la cantidad de familias afectadas por las aguas con miras a proporcionarles alimentos, salud y otros servicios.

El doctor Eligio de los Santos Echavarría, director del área Dos de Salud Pública, encabezó una jornada de concienciación en La Barquita mediante visitas casa por casa, entrega de volantes instructivos sobre prevención de enfermedades como el dengue, la chikungunya, leptospirosis y otros males que se producen en temporadas como la actual.

En tanto el director de Operaciones de la Defensa Civil, Delfín Rodríguez, se encontraba en el lugar con una brigada instruyendo a los comunitarios para que estuvieran atentos, ante la posibilidad que el Ozama continúe creciendo.

Ignorados. Al otro lado del río Ozama, en los sectores Los Coordinadores y Las Cucarachas, en Santo Domingo Norte, sus moradores se vieron obligados a salir de sus casas y muchos improvisaron carpas fuera para protegerse del sol y el sereno

Wilkin de los Santos se refugiaba ayer junto a sus dos hijos bajo una lona, en al entrada de Los Coordinadores, pero al mediodía de ayer ninguna autoridad se había acercado.