LA HABANA (AP).- Las autoridades cubanas le insistieron a un grupo de congresistas estadounidenses que el presidente Fidel Castro no tiene cáncer ni ninguna otra enfermedad terminal.

El representante Jeff Flake, republicano por Arizona y titular de la delegación, dijo que los funcionarios cubanos no le divulgaron más detalles sobre la salud del mandatario de 80 años, pero que le aseguraron que él eventualmente volverá a la vida pública.

«Todos los funcionarios cubanos nos han dicho que su enfermedad no es cáncer y que no es terminal, y que él regresará’’, dijo Flake a la AP en entrevista telefónica. Flake encabeza una delegación congresional estadounidense de 10 miembros en Cuba.

La condición médica de Castro se ha mantenido como secreto de estado desde que el mandatario fue operado debido a una hemorragia intestinal a fines de julio, y cedió temporalmente el poder a su hermano Raúl. No se le ha visto en público desde el 26 de julio.

Las autoridades cubanas han insistido varias veces que Fidel Castro se está recuperando, y el vicepresidente Carlos Lage ha negado versiones de que el líder sufre de cáncer estomacal. Pero hasta ahora, las autoridades cubanas no han negado públicamente que tuviera otro tipo de cáncer o enfermedad terminal.  Funcionarios de Estados Unidos, en tanto, creen que Castro sufre de una especie de cáncer inoperable y que no sobrevivirá todo el 2007.

Algunos médicos estadounidenses han especulado que podría padecer diverticulosis, una enfermedad relativamente común entre las personas de edad avanzada que es causada por la formación de bolsas _divertículos_ en el interior del intestino grueso (colon) que intersectan con una arteria.

Los simpatizantes de Castro experimentaron una decepción profunda cuando no apareció en la demorada celebración de su cumpleaños a principios de mes. Su ausencia en el desfile militar del 2 de diciembre, que celebró el 50mo aniversario de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba, disparó una nueva serie de versiones de que ya estaba en su lecho de muerte.

Mientras los cubanos aguardan más noticias sobre el futuro de su país, un liderazgo colectivo encabezado por Raúl Castro ha tomado las riendas del poder. Pero aunque Raúl Castro, de 75 años, se ha visto cada vez más confiado y cómodo en su nueva función, todas las autoridades se vuelven cautas cuando se trata de hablar de la era después de Fidel.

«Fueron más reservados de lo que yo esperaba ante cualquier sugerencia de que pudiera haber algún cambio sustantivo en la economía y la política’’, dijo Flake, en su quinto viaje a la isla.

El grupo de 10 legisladores llegó el viernes y se ha entrevistado con el canciller Felipe Pérez Roque, el presidente del parlamento Ricardo Alarcón y la ministra de Industrias Básicas Yadira García. Hasta la tarde del domingo no se había reunido con Raúl, y no se prevé que lo haga.

«Habíamos esperado reunirnos con Raúl, pero eso no va a suceder’’, dijo Flake. «Parece que el gobierno cubano no está listo para decir que ha comenzado la nueva era, y quizás esa reunión sugeriría eso’’.