Las declaraciones de la misión del FMI el 10 de agosto de este año, las declaraciones del Sr. Murilo Portugal, Subdirector Gerente, el 2 de septiembre (ver imf/external/country/DOM/index.htm) así como la publicación de la carta de intención correspondiente a las revisiones de marzo y junio revelan que las autoridades cumplieron con todos los criterios cuantitativos de desempeño y los indicadores estructurales, razones por las cuales el Directorio del FMI el próximo 20 de octubre conocerá y aprobará el programa económico para este año y el próximo.

Esta administración, desde enero del 2005 hasta diciembre del 2007 (primer acuerdo) y desde octubre del 2009 a la fecha (segundo acuerdo), se ha manejado cumpliendo estrictamente los lineamientos y metas de los respectivos programas económicos. Todo lo que se ha hecho en materia de gasto público, déficit, endeudamiento, reservas monetarias, servicio de la deuda externa, de la deuda con los generadores eléctricos, así como las reformas estructurales en el ámbito fiscal y el financiero han sido realizadas dentro del marco establecido por dichos acuerdos con el FMI.

A pesar de esto, los distinguidos economistas del PRD han mantenido un discurso de crítica al nivel de gasto público y el endeudamiento, lo cual equivale a una crítica implícita al FMI, pero también han llegado al extremo de presentar cifras distorsionadas sobre el supuesto nivel de déficit del gobierno central que acaba de ser desmentido por los documentos citados al inicio.

Efectivamente en marzo el  déficit del gobierno central fue de RD$11,300 millones (4,400 millones por debajo de la meta) y en junio fue de RD$29,500 millones (900 millones por debajo de la meta). ¿Dónde está el déficit entre 60-80 mil millones denunciado por los economistas del PRD?

También las autoridades cumplieron con suficiente holgura el balance global del sector público consolidado, la meta monetaria referente a las reservas netas internacionales, las metas de deuda externa y deuda con el sector eléctrico, también los indicadores estructurales como diseñar una estrategia para racionalizar las exenciones fiscales, diseñar un plan para adoptar en el 2012 un marco completo de metas de inflación (inflation targeting) y diseñar un plan para el cumplimiento de todos los principios básicos de Basilea para el sector financiero.

Luego de la expansión fiscal de la primera mitad del año las autoridades se han comprometido a un ajuste con la finalidad de reducir el déficit del sector público desde 3.6% en el 2009 a 2.3% en este 2010 y para ello el déficit primario del sector público consolidado deberá reducirse del 0.8% del PIB en el 2009, a un equilibrio en cero para el 2010 y superávit de 1% para el 2011, con la finalidad de reducir gradualmente el coeficiente de deuda consolidada hasta los niveles anteriores a la crisis.

Este ajuste fiscal y el cumplimiento de las restantes metas monetarias, eléctricas y estructurales en este y el próximo año facilitarán el mantenimiento de un clima de baja inflación, adecuado crecimiento del producto, financiamiento externo e interno al déficit, fortalecimiento de la confianza y mejoría sostenida en la clasificación crediticia del país.