CHILPANCINGO, MÉXICO. EFE. La policía del sureño estado mexicano de Guerrero encontró ayer doce cuerpos decapitados en la ciudad de Chilpancingo y en un municipio cercano, informó la Fiscalía.

La Procuraduría (Fiscalía) de Justicia de Guerrero confirmó que esta madrugada se hallaron “nueve cabezas humanas”, presumiblemente de militares, dentro de una bolsa de plástico negra junto a un centro comercial de la ciudad de Chilpancingo, la capital estatal.

La Fiscalía indicó también que localizaron los nueve cuerpos decapitados, “atados de pies y manos”, en dos sitios diferentes, tres de ellos en la carretera federal México-Acapulco y los seis restantes en otra vía del estado.

Junto a las cabezas se encontró una cartulina que señalaba que “esta es una de cal por dos de arena” y añadía- “por cada uno que me maten les vamos a matar a diez».

Por su parte, el personal de seguridad del Servicio Médico Forense (Semefo) informó de que las víctimas presentan un corte de cabello de tipo militar.

Al parecer, los militares fueron interceptados ayer al azar por un grupo armado cuando salían de las instalaciones del 41 batallón de infantería de la 35 zona militar, con sede en Chilpancingo.

Por otro lado, la Fiscalía reveló que horas más tarde se encontraron otros tres cuerpos más en la comunidad de Mochitlán, a unos 15 kilómetros de la capital.

Las fuentes indicaron que entre estos últimos cadáveres está el de Simón Wences Martínez, ex director de las policías judiciales estatal y municipal.

Durante una fiesta religiosa que se desarrolla en Chilpancingo, el gobernador estatal, Zeferino Torreblanca, declinó comentar el tema de los decapitados.

La guerra entre grupos mafiosos se ha cobrado en México más de 5,300 vidas en lo que va de este año, una cifra que dobla el número de muertos atribuidos al crimen organizado en 2007.