Agentes migratorios de República Dominicana reiniciaron hoy los patrullajes para detener en las calles a los extranjeros, en su mayoría haitianos, que carezcan de permiso migratorio, luego de que los operativos estuvieron suspendidos desde finales del 2013.

Bernardo Jiménez, director del centro de detención de inmigrantes ubicado en las afueras de la capital, explicó a la televisora CDN que hasta el mediodía del viernes sólo seis haitianos habían sido detenidos, de los cuales cuatro fueron liberados después que se comprobó que estaban inscritos en un programa para legalizar su estatus. Los otros dos inmigrantes haitianos serán deportados.

Agentes migratorios se apostaron en las primeras horas del viernes en algunas avenidas importantes de Santo Domingo para revisar los documentos de quienes por su apariencia física y acento pudiesen ser inmigrantes haitianos. Rubén Paulido, director de Migración, ha insistido que todos los extranjeros deben portar sus permisos de migración.

El gobierno dominicano había suspendido los operativos de migración a finales del 2013 para dar oportunidad a que los extranjeros que viven en el país, en su mayoría provenientes del vecino Haití, se registraran en un programa para obtener un permiso de estadía.

Aunque los operativos en las calles en las ciudades estuvieron suspendidos, el ejército mantuvo de forma permanente la detención de haitianos sin permiso migratorio en los pueblos limítrofes o que trataban de ingresar por la frontera.

Cuando concluyó la inscripción del denominado plan de regularización de extranjeros el 17 de junio pasado, cerca de 288.500 inmigrantes se habían registrado, de los 524.000 que se estima viven en el país. Ramón Fadul, ministro de Interior y que dirigió el programa, insistió que quienes no tengan permiso de residencia y no se hayan inscrito en el programa deberán abandonar el territorio dominicano o serán deportados.

Desde el cierre de inscripciones, poco más de 66.000 personas se han ido de forma voluntaria a Haití, según datos de la dirección de Migración. Fadul detalló que hasta el jueves más 38.000 inmigrantes, en su mayoría haitianos, habían recibido el permiso del plan de regularización para permanecer en el país, mientras que otros 200.000 permisos estaban impresos en espera de ser entregados a sus titulares.

Miles de inmigrantes haitianos hacen largas filas a diario afuera de las oficinas del plan de regularización en espera de obtener sus permisos migratorios. El gobierno de Haití ha advertido que una eventual deportación masiva de haitianos le crearía una crisis humanitaria. Algunas familias que regresaron de forma voluntaria a Haití se han instalado en casas improvisadas de cartón en campamentos cerca de la frontera.

El gobierno dominicano ha sido objeto de cuestionamientos de organismos internacionales y de otros gobiernos desde que el Tribunal Constitucional ordenó en septiembre del 2013 anular mediante juicios individuales la nacionalidad de los hijos de inmigrantes sin permiso de residencia.

La medida, que abarcaba desde 1929, afectaba a miles de descendientes de haitianos. Mediante una ley posterior el gobierno restableció la nacionalidad de los desnacionalizados, pero organismos de derechos humanos aseguran que la mayoría de los afectados aún carece de documentos y está en riesgo de una eventual expatriación.