El Ayuntamiento del Municipio de Santo Domingo Norte, los ministerios de Salud Pública y Medio Ambiente y Recursos Naturales;    Migración y fuerzas mixtas de las del Ejército Nacional, la Fuerza Aérea Dominicana y  la Policía Nacional, desalojaron ayer a más de cien buhoneros, en su mayoría haitianos,  de la Avenida Hermanas Mirabal próximo a la Avenida Charles De Gaulle.

Se observó que un autobús de Migración partió del lugar con decenas de haitianos en su interior. Se dijo que en el lugar habían decenas de  haitianos ilegales operando como buhoneros.

“Nosotros estamos desarrabalizando este lugar y devolviendo a los munícipes este espacio por público  el que no se podía transitar”, dijo Sandro Rodríguez, director de espacio público del Ayuntamiento de Santo Domingo Norte.

Rodríguez declaró que en el cabildo recibieron  decenas de quejas de munícipes que reclamaban reiteradamente que se reordenara la forma en que operaban los buhoneros.

 El alcalde Francisco Fernández no estuvo presente en el lugar, pero siguió por teléfono  el desarrollo del desalojo con instrucciones de que no se cometieran atropellos contra los buhoneros.

El presidente de la Asociación de Buhoneros, Rafael Genao Abreu; el secretario general Sinencio Cedeño y el vicepresidente Tamary Valdez, coincidieron en destacar que el desalojo se hizo sin atropellos y que las mercancías  que se vendían en el lugar fueron entregadas a sus propietarios.

Genao informó que en reuniones entre el alcalde Fernández y directivos de la Asociación de Buhoneros se acordó dar un plazo razonable al cabildo para  reubicar a corto plazo a los buhoneros en casetas que serían reubicadas en un lugar y terreno del cabildo.

 A largo plazo se construiría un mercado municipal que albergaría de cara al futuro  un mayor número  de buhoneros.

Al finalizar el desalojo brigadas de  las direcciones de limpieza, ornato, obras públicas y miembros del Cuerpo de Bomberos,  comenzaron a limpiar el lugar retirando basura, pintando contenes y lavando calles y aceras.

Paralelamente agentes policiales procedieron a ordenar las paradas de carros públicos, cuyos conductores se habían “robado” espacios por donde debían transitar conductores y peatones.