AP. Las autoridades dominicanas detuvieron hoy en varios allanamientos a 20 personas que presuntamente traficaron desde Haití a 58 menores de edad, incluidos bebés, para usarlos como mendigos en las calles de Santo Domingo.   

Yeni Reynoso, fiscal de Santo Domingo, explicó en conferencia de prensa que los niños y adolescentes eran obligados a cumplir “cuotas de recaudación” diarias de limosnas para entregarlas a sus captores.   

La fiscal agregó que, según la investigación, 97,3% del dinero que los transeúntes regalan a los niños pedigüeños en las calles “lo recibe un adulto que lo explota”.   

Los menores de edad fueron rescatados en diversas casas del populoso barrio de Los Alcarrizos, al occidente de la capital, donde se realizaron los allanamientos la madrugada del jueves.

En Los Alcarrizos existen una amplia comunidad de haitianos que cruzaron la frontera en busca de trabajo.   

Los niños tienen edades de entre apenas algunos meses y 14 años. Todos los menores fueron enviados a albergues del gubernamental Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia, donde serán sometidos a exámenes médicos y psicológicos y permanecerán bajo el cuidado de las autoridades hasta que se determine que pueden ser traslados a Haití, detalló Tilza Ares, delegada de esa institución.   

Cy Winter, representante de la Organización Internacional para las Migraciones, detalló que los niños rescatados serán enviados, en una fecha aún no determinada, a albergues infantiles en Haití, donde podrán ser reclamados por sus padres biológicos en caso de que los tengan y previo análisis de ADN.   

La mayoría de los adultos detenidos, entre los cuales hay varias mujeres, son haitianos y permanecen bajo interrogatorios para determinar su responsabilidad antes de presentarlos ante un tribunal a fin de que formalice su arresto.   

Reynoso detalló que los allanamientos se realizaron luego de nueve meses de investigación. Las autoridades mantuvieron vigiladas las principales esquinas donde se concentraban niños pedigüeños haitianos para determinar quiénes los explotaban y el lugar en donde los tenían retenidos, agregó el director de Migración, Ricardo Taveras.   

Cientos de niños provenientes del vecino Haití y de dominicanos deambulan por las calles de Santo Domingo y Santiago, a 150 kilómetros, donde piden dinero a los transeúntes.

También es frecuente encontrar mujeres haitianas que piden limosna con bebés en sus brazos.   

Aunque la presencia de niños y adultos pedigüeños haitianos ha sido permanente en los últimos 10 años, su número se incrementó en 2010 luego de que un terremoto devastó Puerto Príncipe, según diversas organizaciones no gubernamentales y la dirección de Migración.