Las autoridades hallaron en la celda de Román, en la cárcel de Rafey, una lista personas que serían asesinadas.

El empresario Adriano Román, condenado a 20 años de prisión por el intento de homicidio a su ex esposa,  Miguelina Llaverías y acusado de mandar a asesinar al abogado José Jordi Veras Rodríguez, pretendía hacer “un baño de sangre en Santiago”, con ejecuciones de periodistas y otras personas de la sociedad civil, según la abogada y  dirigente feminista del Núcleo de Apoyo a la Mujer, María Jesús Pola (Susi Pola).

También, se informó que, además de los periodistas, otras personas, como jueces de la Suprema Corte de Justicia, podrían ser víctimas de un atentado en cualquier momento orquestado por el empresario Román.

Reveló que el empresario  tenía artículos periodísticos suyos y de  Grisbel Medina, del Listín Diario, los cuales habían publicado durante el proceso judicial que se le seguía por el atentado a su ex esposa Miguelina Llaverías.

Además, dijo que del periodista santiagués residente en Santo Domingo, Luis Eduardo Lora (Huchi), y de  la comunicadora Patricia Solano, el empresario había buscado el datacrédito.

También,  Román tenía en la mira, por sus constantes escritos acerca del caso Llaverías, al periodista Máximo Laureano, del desaparecido Semanario Clave y Clave Digital.

Sostuvo que Engel Carela Castro, condenado por el atentado contra Llaverías,  le llamaba por su nombre durante el juicio de manera sarcástica.

Grisbel Medina, quien fue amenazada por colaboradores del encarcelado empresario, manifestó que como comunicadora solamente se limitaba a realizar su trabajo y aclaró que no tiene nada personal contra el empresario.