BRUSELAS.- La petición de ayuda cursada a la OTAN por las autoridades iraquíes ha reabierto completamente en el seno de la Alianza el debate sobre Irak, a menos de una semana de la cumbre atlántica de Estambul.

Fuentes aliadas informaron ayer de que el primer ministro del Gobierno transitorio iraquí, Iyad Alaui, ha pedido ayuda a la OTAN para la «formación» y «entrenamiento» de las fuerzas iraquíes, así como «otras formas de apoyo técnico».

El responsable iraquí dirigió hace dos días una carta al secretario general de la organización, el holandés Jaap de Hoop Scheffer, en la que pide esa cooperación de la Alianza Atlántica para la nueva etapa que está a punto de abrirse el 1 de julio, pero no hace ninguna alusión al envío de tropas, según un portavoz de la OTAN.

Fuentes diplomáticas comentaron que la petición formal iraquí cambia los parámetros del debate entre los aliados acerca de Irak, cuya invasión por parte de Estados Unidos en 2003 provocó en la Alianza Atlántica la más grave división de su historia.

Estados Unidos presiona desde hace semanas para que la OTAN participe activamente en la estabilización de Irak, en un momento en el que se multiplican los atentados terroristas y la actividad armada de la guerrilla contra las fuerzas ocupantes.

[b]Amenazan de muerte primer ministro[/b]

El movimiento del islamista jordano Abu Mussab al Zarqawi, ligado a la red terrorista Al Qaida, amenazó con matar al primer ministro de Irak, Iyad Allawi, al día siguiente de la ejecución por este mismo grupo de un rehén sudcoreano, mientras la coalición anunció que unos 20 combatientes extranjeros murieron en los bombardeos norteamericanos de Faluya.

El primer ministro iraquí, que va a recibir el poder de manos de las autoridades de la coalición dirigida por Estados Unidos el 30 de junio, recibió este miércoles amenazas de muerte en un documento sonoro atribuido a Abu Mussab al Zarqawi, jefe del grupo «Tawhid wal jihad» (Unificación y Guerra Santa), vinculado a la red Al Qaida, el mismo que ejecutó al rehén surcoreano.

«(Oh Allawi!, has escapado en varias ocasiones, sin saberlo, de emboscadas bien organizadas que te hemos tendido», afirma el documento.

«Pero nos comprometemos a ir hasta el final, sin denuedo para que conozcas la misma suerte que Ezedin Selim», jefe del Consejo de Gobierno transitorio, actualmente disuelto, asesinado el 17 de mayo en un atentado en Bagdad.

En el mensaje se denuncian los ataques estadounidenses contra la ciudad sunita de Faluya, al oeste de Bagdad, y el grupo afirma que está presente en todo Irak.

Este miércoles, el presidente estadounidense, George W. Bush, habló con Allawi, sobre el traspaso de soberanía, en una comunicación telefónica que mantuvieron este miércoles, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan.

[b]EU sigue presionando[/b]

Las presiones estadounidenses se han vuelto especialmente insistentes desde la aprobación el pasado 8 de junio por el Consejo de Seguridad de la ONU de la resolución que puso fecha al traspaso de poderes de la coalición ocupante al nuevo gobierno provisional iraquí.

Aprobada por unanimidad -también con los votos favorables de Francia y España-, la resolución 1.546 fijó para el 30 de junio el momento de la devolución de la soberanía a las autoridades transitorias que están encargadas de organizar las elecciones, y autorizó la permanencia en el país árabe, con ciertos límites, de una fuerza militar internacional.

Días después de esa evolución en el frente diplomático, el secretario general de OTAN declaraba que la organización «no cerrará la puerta» al gobierno iraquí, si pide ayuda, y que «no sería correcto dar con la puerta en las narices» a las autoridades iraquíes en tal caso.

Pero el debate entre los Aliados no se anuncia fácil, a pesar de que el suministro de tropas, que siempre ha constituido la opción más problemática, parece descartado por los responsables en Bagdad.

Recientemente, el ministro francés de Exteriores, Michel Barnier, consideró que el recurso a la OTAN para restablecer la seguridad en Irak entraría en contradicción con el proceso de recuperación de la soberanía por los iraquíes y no sería una buena señal para la región.

«En el momento en que se consagra la soberanía de ese gobierno (interino iraquí), no sería una buena señal que la OTAN vaya sobre el terreno a poner su bandera. Ni para Irak, ni para esa región. Sería incluso contradictorio con el proceso de restauración de la soberanía iraquí», declaró Barnier a un diario francés.

Por su lado, el ministro español de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, dejó claro recientemente en Bruselas, a preguntas de EFE, que España «no irá a Irak en el marco de la OTAN».

De momento, el secretario general se ha limitado a distribuir la carta de Alaui entre los veintiséis gobiernos aliados «para su consideración», indicó el portavoz.

El Consejo del Atlántico Norte, formado por los embajadores de los estados miembros, celebró hoy su sesión ordinaria, pero no fue abordada la petición iraquí.

«La cuestión ha de ser discutida por el Consejo, pero están por ver todos los detalles de lo que se decida», comentó la fuente, la cual recordó que la OTAN toma sus decisiones por «consenso».

La petición de las autoridades iraquíes se produce a menos de una semana de la cumbre que celebrarán en Estambul los jefes de estado o gobierno de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.

En dicha cumbre, el 28 y 29 de junio, está previsto que se anuncie una ampliación de las operaciones aliadas en Afganistán, considerado hasta ahora el escenario prioritario de la lucha internacional contra el terrorismo y donde la OTAN «se juega su credibilidad», según Scheffer.

La cuestión de Irak, sin embargo, pasa ahora a ocupar un lugar predominante en la agenda de la cumbre de Estambul que tendrá lugar a 48 horas escasas del plazo previsto para la devolución de la soberanía a las autoridades iraquíes.