Washington, (EFE).- Las autoridades militares estadounidenses interrogaron a dos de los soldados que aparecen en el polémico video publicado hace dos días en Youtube en el que varios marines orinan sobre cadáveres de talibanes en Afganistán, informó hoy la cadena CNN.
Dos de los cuatro infantes de la Marina estadounidense, que fueron identificados ayer, han sido entrevistados dentro de la investigación que está llevando a cabo el Departamento de Defensa, aunque no se han publicado sus nombres y tampoco han sido detenidos.
El Pentágono prometió una investigación exhaustiva sobre un suceso que desde el Gobierno se ha calificado sin demora de «deplorable». El comandante de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad en Afganistán, el general del Cuerpo de Infantería de Marina John R. Allen, se unió hoy a altos funcionarios del Departamento de Defensa para expresar su indignación por el video.
«Estas acciones están en oposición directa a todo lo que el Ejército representa», dijo Allen. «Tales actos de ninguna manera reflejan los altos estándares morales y los valores que esperamos de nuestras Fuerzas Armadas cada día.» Allen, que está viajando por EE.UU., se sumó a los comentarios hechos ayer por el secretario de Defensa, Leon Panetta, quien trató el asunto vía telefónica con el presidente afgano, Hamid Karzai.
«Le aseguro al pueblo de Afganistán y a los miembros de la coalición que habrá una investigación a fondo y una explicación de lo ocurrido», dijo Allen. Según confirmó a Efe una fuente del Pentágono bajo la condición de permanecer anónima, los soldados que aparecen en la grabación pertenecen al tercer batallón del segundo regimiento de Marines, basado en Camp Lejeune, en Carolina del Norte (este de EE.UU.).
El vídeo, de 39 segundos, muestra la forma en la que soldado graba a otros cuatro que orinan sobre tres cadáveres ensangrentados, presumiblemente talibanes, entre risas y chascarrillos. Uno de ellos llega a decir «ten un buen día, amigo».
Las imágenes, que se difundieron como el rayo en Internet, suponen un duro golpe a los esfuerzos del Gobierno de EE.UU. por reparar la imagen de sus fuerzas armadas desde el escándalo de la cárcel de Abu Ghraib. A principios de 2004 salieron a la luz fotografías de malos tratos cometidos por soldados estadounidenses en esa cárcel en Irak.
El año pasado, un grupo de soldados estadounidenses recibió fuertes condenas de prisión tras demostrarse que guardaron como trofeos restos de civiles afganos a los que habían matado. EFE