Bogotá. Un menor indígena secuestrado hace cuatro meses por disidencias de las FARC en el departamento colombiano de Arauca, fronterizo con Venezuela, fue rescatado en una acción coordinada entre el Ejército, la Policía, la Fiscalía y la Fuerza Aérea del país, informaron este sábado las autoridades.
“Luego de un mes de labores investigativas se llevó a cabo la recuperación del niño de tan sólo dos años que fue secuestrado por el grupo armado organizado residual Estructura Décima, en el departamento de Arauca”, indicó el Ejército en un comunicado.
El operativo de rescate se realizó mediante una inserción aérea en la aldea Caño Seco, del municipio de Arauquita, en donde fue capturada una mujer como responsable del hecho. En el sitio se allanó el inmueble en el que permaneció el niño durante cuatro meses y posteriormente fue entregado al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) para el restablecimiento de sus derechos.
“El rescate se dio luego de la denuncia instaurada por los padres del menor, quienes hicieron parte de las disidencias de las FARC, pero que recientemente se entregaron voluntariamente a las tropas de la Décima Octava Brigada del Ejército”, dijo la institución.
Los exguerrilleros denunciaron en esa oportunidad que su hijo había sido secuestrado el pasado 26 de abril y entregado a las redes de apoyo de esa organización al margen de la ley para obligarlos a regresar a las filas disidentes.
El senador Julián Gallo, uno de los líderes del partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) en el que se convirtió la guerrilla después de firmar la paz con el Gobierno colombiano en 2016, denunció en julio pasado las agresiones de las que son objeto los desmovilizados.
“El Estado no ha logrado garantizar la vida de quienes firmamos la paz y son 140 compañeros asesinados y 31 de sus familiares”, sostuvo Gallo.
Según un informe de la ONG Instituto de Estudios sobre Paz y Desarrollo (Indepaz) y el movimiento político Marcha Patriótica, ya son más de 700 líderes sociales y 135 excombatientes de las FARC asesinados desde la firma de la paz.
También, la Defensoría del Pueblo ha indicado que son 431 los casos registrados en ese periodo, mientras que para la ONG Somos Defensores el número asciende a 341 líderes y defensores de derechos humanos muertos, 25 de los cuales perdieron la vida solo en el primer trimestre de este año.