BOGOTA (AP) _ Las autoridades anunciaron el domingo que reforzaron sus posiciones en un departamento del sur del país para contrarrestar un «paro armado» de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), luego que el grupo atacó un autobús de pasajeros, mató a 9 pasajeros y dejó otros 11 heridos.

   «No vamos a dejarnos amedrentar por las FARC en esta región tan rica», declaró el director general de la policía, general Jorge Castro.

   «Vamos a ajustar nuestros mecanismos de acción y seguridad para seguir prestando nuestro servicio… para generar mayor confianza a la ciudadanía para que se oponga frente a esta situación», agregó.

   Castro visitó el domingo la población de Puerto Rico, en el departamento de Caquetá, a unos 310 kilómetros al suroeste de Bogotá, en donde la tarde anterior las FARC atacaron un autobús repleto de pasajeros.

   En el ataque, que fue en represalia por desacatar una prohibición impuesta por la guerrilla a circular por las carreteras de esa región, murieron nueve civiles y otros once resultaron heridos.

   Un guerrillero fue detenido justo cuando se disponía a incendiar el autobús con los heridos y muertos dentro, indicó el comandante policial.

   Rosa Lozano, una de las pasajeras que recibió un disparo en el muslo derecho, relató logró esquivar la primera ráfaga de tiros, «pero a la segunda me dieron porque nos dispararon por abajo, como por detrás», añadió.

   El subcomandante de la policía de Caquetá, Alvaro Becerra, declaró a radio Caracol que «hemos recibido refuerzos de la dirección general de la Policía. Hemos traído al departamento algunas unidades de reacción».

   La población de Puerto Rico permanecía desolada el domingo, pues todos los negocios estaban cerrados, acatando la prohibición de las FARC, según mostraron imágenes de transmitidas por televisoras locales.

   Castro informó que continuarán organizando caravanas de vehículos que serán protegidas por la policía y el ejército para impedir nuevos ataques.

   En este caso, el autobús atacado se rezagó de una caravana que se dirigía a la cabecera del departamento y los insurgentes aprovecharon esa situación para atacarlo.

   Desde hace más de 10 días las FARC ordenaron un paro armado en Caquetá y otros cuatro departamentos del sur y este del país, con el que prohiben transitar por las carreteras o ríos bajo la amenaza de atacar o incendiar los vehículos que desacaten la advertencia.

   Las FARC son la más importante guerrilla colombiana, en combate desde hace 41 años para derrocar al gobierno e instaurar un régimen izquierdista.