El nuevo Jaguar XK, presentado en su versión definitiva en el recién pasado Salón de Ginebra, es mucho más que un nuevo modelo, es una apuesta osada tecnológica. De diseño sumamente moderno y atractivo, el rutilante felino destaca, por delante de otras cuestiones, en adoptar el aluminio como material base para su fabricación. Esta solución le permite ser mucho más ligero que sus teóricos rivales y superarlos en prestaciones.
Recordando el pasado
La descendencia de los glorioso modelos C, D y E Types se refleja en su diseño exterior de tal manera que enlaza mejor con ellos que con los anteriores XK. Su imponente belleza nace, con mínimos cambios, del escultural prototipo «Avanced Lightweight Coupé» presentado en Detroit 2005. Superficies limpias e imagen musculosas son las que mejor definen su carácter deportivo. Las líneas puras, presencia decidida y de exquisitas proporciones, convergen en un estilo coupé clásico de alargado capó, parabrisas inclinado y novedoso portón trasero.
Tecnología liviana
Independientemente de su atractiva estética, el elemento clave de la nueva línea del XK, que precisa también de una versión descapotable, es la exclusiva e innovadora construcción de aluminio del chasis, con un sistema análogo al empleado en la lujosa berlina XJ. Con esta tecnología no sólo se ha conseguido una rigidez superior en un 31% a la que presentaba el anterior XK, sino también una sustancial ligereza de peso: 3.509 libras frente a las 3.663 de su antecesor. Por ende, y por el mismo motivo, dispone ahora de una mejor relación peso/potencia que su predecesor, lo que debe de suponer una notable mejora de sus prestaciones.
Frente a su antecesor el nuevo XK crece en tamaño. La longitud aumenta en 30 milímetros hasta alcanzar los 4,79 metros, mientras que la altura se incrementa en algo menos de 26 milímetros, sobrepasando ahora los 1,32 metros. La anchura, incluidos los retrovisores exteriores, es ahora de 2,07 metros.
Elegante interior
En el interior, marcado por una presentación limpia, sencilla y actual, se mantiene la configuración 2+2. La aumentada altura y distancia entre ejes ofrece ahora un habitáculo claramente más espacioso que el anterior XK.
El funcional cuadro de instrumentos, con dos relojes circulares que enmarcan una pantalla multifunción de cristal líquido, es practico y de muy fácil lectura. En la consola central se sitúa otra pantalla de funcionamiento táctil, que permite la selección de los controles de climatización, sonido, navegación, teléfono, etc.
Señorial mecánica
El motor que anima a este nuevo felino es el conocido bloque de ocho cilindros en V y 4,2 litros de cilindrada. Con un torque motor de 411 Nm a 4.100 revoluciones, este propulsor entrega una potencia de 300 CV a 6.000 revoluciones. La tracción es trasera y la caja de cambios es automática-secuencial de seis velocidades. Es la primera vez que un Jaguar equipa este sistema, que poco a poco, se va generalizando en todos los modelos de cualidades deportivas. Tales características se traducen en unas prestaciones destacables: 6,2 segundos es lo que necesita alcanzar los 100 km/h desde parado -2 décimas menos que su antecesor- y 14,4 segundos para cubrir el _ de milla. La velocidad está limitada desde la propia fábrica a 250 kilómetros por hora.
Aunque para este segmento de los grandes coupé de lujo las máximas prestaciones no son las cualidades más importantes para sus propietarios. Lo que si cuenta, y mucho, es la imagen que expresa. En este aspecto en Jaguar tienen muchos puntos con el nuevo XK.
A la distinción intrínseca de la marca, se une esta vez la exclusividad y ventajas de su estructura de aluminio. El monocasco ligero proporciona grandes ventajas en términos de peso y resistencia, aprovechando esas ventajas para unas prestaciones deportivas verdaderamente brillantes.
En cuanto a frenos, dispone de discos ventilados complementados con un ABS de cuatro canales que incluye distribución electrónica de control de frenado (EBD) y asistencia a la frenada de emergencia (HBA). El freno de mano es electrónico.
La dirección, es del tipo Servotronic 2, derivada de la que utiliza la berlina XJ, que ofrece una óptima respuesta a alta velocidad y facilita las maniobras en marcha lenta.
Mucha seguridad
A falta de ponernos a los mandos y probarlo, lo que parece claro es que en la firma británica han trabajado muy bien sobre el nuevo modelo. Prueba de ello es la preocupación por la seguridad de la que hace gala este XK. Cuatro son las bolsas de aire «airbags» que dispone, además de reposacabezas dinámicos, control de crucero adaptable, control de presión de neumáticos, control de tracción TCS, control dinámico de estabilidad DSC desconectable, e iluminación activa en curvas. El arranque del motor se efectúa sin necesidad de llave.