Hoy 
BONAPARTE GAUTREAUX PIÑEYRO
Nuestro país debe y puede ser autosuficiente en la producción de alimentos de la dieta diaria.
Gobierno pasa y gobierno viene y ninguno se ocupa de atacar un problema hasta resolverlo de manera definitiva. ¿Resultado? carreteras con hoyo, servicio eléctrico deficiente, tránsito caótico, escuelas que no enseñan, hospitales donde desde médicos desidiosos hasta autoridades ladronas que sobrevalúan el precio de las medicinas y luego las racionan de manera criminal, guardias que malgastan su tiempo en juegos de guerra, policías mal pagados y peor entrenados dotados de ningún equipo que los ayude en su tarea. Y paro de contar. ¿Cuándo tendremos un gobierno con claridad de miras, sentido común, deseo de contribuir al desarrollo real del país?
¡Cuidado con caer en manos de algún científico loco que busque alquimistas que busquen la piedra filosofal o algunos que quieran juntar estrellas para bajarlas a ras de tierra e iluminar nuestras carencias de energía y luz. No es eso lo que se requiere.
Se requiere un gobierno que estudie los dos o tres problemas más acuciantes, explique al pueblo su plan de acción y busque el respaldo de la nación para resolverlos.
El primer problema es el del auto-abastecimiento de alimentos. ¿Qué come el dominicano promedio? Arroz, habichuelas u otros granos, plátanos u otros víveres, algo de ensalada y carnes.
Si vemos los resultados de las encuestas sobre el consumo de alimentos nos alarma la gente que no come mientras otros nos comemos la que les toca a ellos. Esos son los pobres de verdad. Los que no se ven en las estadísticas y en los números arreglados. Por eso presentan las estadísticas por millones: el pueblo dominicano, por ejemplo, come 50 millones de huevos al año. Haga el ejercicio, no se lleve de los números tan grandes, reduzca a la unidad.
500 millones de huevos, entre 10 millones de habitantes, tocan a 50 huevos por persona, divididos los 50 huevos por los 365 días del año, es como si la gente comiera alguna vez un huevo de los que salen en los anuncios de los supermercados.
¿Cuántas tareas de tierra inculta hay en nuestro país? ¿Es preciso levantar otro mapa sobre el uso de suelos para saber que la yuca, la batata, el ají, la auyama, el guineo, el plátano, la berenjena, el maíz, el tomate, el arroz, la habichuela, el guandul y muchos otros víveres, frutos y frutas se dan donde quiera? Ahora que se asusta al mundo con la supuesta amenaza de una hambruna mundial, que algo raro y malo se busca con ese anuncio, ¿por qué el gobierno no dirige un plan de siembra de que vaya desde la extensión agrícola hasta el uso y manejo de los frutos y alimentos, para beneficio de todos? ¿Acaso es mucho pedir?
