Auxilian a marroquíes

Auxilian a marroquíes

AL HOCEIMA, Marruecos (AFP).- Los primeros auxilios comenzaron a llegar este miércoles a la región de Al Hoceima, en el noreste de Marruecos, donde un terremoto provocó el martes al menos 560 muertos, y las réplicas, algunas de fuerte intensidad, siguen angustiando a los sobrevivientes.

La comunidad internacional se ha movilizado para ayudar a las víctimas del sismo que arrasó varios pueblos cercanos a Al Hoceima, una ciudad portuaria a las faldas de la cadena montañosa del Rif, en la costa mediterránea de Marruecos.

Varios equipos de socorristas, llegados con víveres, medicamentos y equipos procedentes en su mayoría de España, Argelia y Francia, estaban a pie de obra el miércoles a lado de los grupos de salvamento marroquíes llegados de todas las regiones del reino.

[b]Mueren 2 caída nave EU[/b]

HADITHA, Irak (AP).- Un helicóptero militar estadounidense Kiowa OH-58 se estrelló el miércoles contra un río al oeste de Bagdad y murieron dos tripulantes, informaron la policía y los militares estadounidenses.

El helicóptero, con el piloto y el copiloto, se estrelló cerca de Haditha, a 193 kilómetros de la capital, dijo el brigadier general Mark Kimmitt.

El militar agregó que no fue determinada la causa de la caída.

En Haditha, Emad Rasheed, de 45 años, dijo que dos helicópteros sobrevolaban el área cuando fueron atacados con un cohete. Sin embargo, Kimmitt afirmó que la tripulación del otro helicóptero dijeron no haber visto el ataque.

[b]Llama proteger niños[/b]

CIUDAD DEL VATICANO (AP).- El papa Juan Pablo II inició la Cuaresma con una misa solemne de Miércoles de Ceniza, que este año se celebró en el Vaticano en lugar de una antigua basílica romana para evitarle al Pontífice un viaje agotador de un lado a otro de la ciudad.

Juan Pablo parecía en buena forma al comienzo de su agitado programa de Cuaresma, que incluye una ceremonia de beatificación, misas especiales en el Vaticano, una ceremonia del Viernes Santo en el Coliseo y una misa de Pascua Florida en la plaza de San Pedro el 11 de abril.

Vestido con ornamentos púrpuras y plateados, el Pontífice marcó con ceniza la frente de cardenales, obispos y fieles para iniciar así el período cristiano de penitencia, sacrificio y reflexión que termina el Domingo de Resurrección.

En su homilía, leída personalmente por el Pontífice en una voz fuerte y clara, Juan Pablo pidió a los fieles que presten particular atención a la suerte de los niños del mundo, con frecuencia abandonados y necesitados de atención especial.

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