Desde 2012 la Administración Monetaria y Financiera viene tomando medidas para estimular la actividad económica, como fue modificar el Reglamento de Evaluación de Activos para favorecer a las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), liberar recursos del encaje legal para canalizar financiamientos a sectores productivos, así como también estimular el nivel de bancarización introduciendo la figura del Sub-agente bancario y la tarjeta de crédito pre-pagada, y ahora se suma a todo lo anterior el ante-proyecto para la figura de las Sociedades de Garantías Recíprocas y las Sociedades de Reafianzamiento.

Las Sociedades de Garantías Recíprocas (SGR), figuras exitosas en varios países de la región, tienen por objeto dotar de garantías o avales financieros a las mipymes, lo cual les permitirá acceder más fácilmente al crédito bancario a tasas más bajas, ya que el intermediario financiero cubre sus riesgos crediticios con la garantía de que la SGR va a responder en caso de incumplimiento en el pago del préstamo.

El anteproyecto para las SGR fue fruto del trabajo conjunto de los técnicos del Banco Central y de la Superintendencia de Bancos con el concurso de asesores internacionales; se tomó como referencia la legislación comparada, el acuerdo de Basilea II y recomendaciones del BID y el BM. El borrador del ante-proyecto fue presentado ante la Junta Monetaria, esta designó una comisión ampliada de ambas instituciones, incluyendo cuatro miembros de la JM, para recoger una serie de inquietudes, culminando con un ante-proyecto de consenso, el cual fue aprobado por la JM en su sesión del 5 de junio y enviado al Poder Ejecutivo para su ponderación y posterior envío al Congreso Nacional.

Las SGR serán constituidas con aportes de capital provenientes de personas físicas o jurídicas privadas, organismos internacionales o el Estado, definiéndose estos como socios protectores, mientras las mipymes, como entes jurídicos o físicos, serán socios partícipes y por supuesto para lograr un aval financiero estas deberán participar en el capital de la SGR. En el caso de los socios protectores se estableció un límite del 30% por cada aporte individual y en el caso de los partícipes de manera individual no podrán exceder el 5% del capital total.

El ante-proyecto contempla la creación de las sociedades de Reafianzamiento (equivalentes a las reaseguradoras), constituidas por capital privado, público o mixto, cuyo papel será otorgar avales a las SGR de forma tal que si una sufre pérdidas porque uno o varios socios hayan incumplido con sus compromisos con una entidad financiera, en ese caso la reafianzadora asume la responsabilidad.

Por supuesto el socio partícipe que solicite un aval con la finalidad de conseguir un préstamo en una institución financiera deberá presentar algún tipo de garantía inmobiliaria, prendaria o solidaria a la SGR.

Los avales que emitan las SGR no se van a limitar a las garantías financieras para obtener un préstamo, también para realizar operaciones de arrendamiento financiero, descuento de facturas, garantías comerciales que avalen operaciones entre empresas y garantías técnicas utilizadas para el cumplimiento de los contratos de obras o suministros, así como para el cumplimiento de obligaciones frente a entes públicos y privados, incluyendo las requeridas por la Ley de Compras y Contrataciones Públicas.

La Supervisión de estas nuevas entidades quedará a cargo de la Superintendencia de Bancos y serán regidas por límites y normas prudenciales establecidas en el ante-proyecto y por una serie de reglamentos que serán aprobados por la Junta Monetaria tan pronto se convierta en ley.

Con este ante-proyecto de las Sociedades de Garantía Recíproca y de Reafianzamiento la Administración Monetaria da otro paso hacia adelante, en materia de inclusión financiera a favor del desarrollo de las micro, pequeñas y medianas empresas, lo cual va en armonía con otras políticas desplegadas por el Gobierno del Presidente Danilo Medina a favor de ese importante sector.