WASHINGTON. Republicanos y demócratas reajustan rápidamente sus respectivas campañas para las elecciones presidenciales de 2016, luego de que sus perspectivas políticas se vieron reformadas de repente por la paliza republicana de la semana pasada en las elecciones intermedias.

Del lado republicano, hay dos figuras que podrían buscar la postulación presidencial: el senador por Texas, Ted Cruz, y el senador por Florida, Marco Rubio.

En el lado demócrata, la principal precandidata potencial, Hillary Rodham Clinton, parece tener todavía oportunidad para competir pese a un Congreso que inicia el año próximo bajo control de los republicanos. Los gobernadores republicanos que contemplan participar en la carrera por la Casa Blanca están listos para aprovechar cualquier estancamiento adicional en Washington.

Los senadores republicanos que podrían postularse para las elecciones de 2016 ahora tienen un trampolín más fuerte para animarse a participar.

Los republicanos enfrentan, sin embargo, sus primarias presidenciales más impredecibles en una generación, mientras del lado demócrata, Clinton sigue siendo la gran favorita. Los posibles precandidatos de ambos partidos están ampliando sus redes de simpatizantes y elaboran estrategias a medida que contemplan su siguiente paso.

Las primeras competencias políticas en el calendario de nominaciones de 2016 están más o menos a un año de distancia, pero la temporada de primarias pareció tener su primer especial de televisión el fin de semana, aunque no era técnicamente un anuncio de campaña. Se trató de un documental de una hora protagonizado por el neurocirujano jubilado Ben Carson, un conservador favorito poco conocido en la escena nacional.

El programa, transmitido en más de 20 estados el sábado y el domingo, compara a Carson con el ex presidente Ronald Reagan.

El documental fue producido por el gerente de negocios de Carson, Armstrong Williams, quien subrayó que Carson no pagó por la transmisión en muchos estados, como Iowa, Carolina del Sur y Ohio. “No se equivoquen, él está pensando seriamente en competir” por la Casa Blanca, dijo Armstrong. Además de Cruz y Rubio, otro senador que podría buscar la candidatura republicana es Rand Paul, de Kentucky.

Algunos de ellos ya han adoptado un tono bipartidista como resultado de los comicios del 4 de noviembre pasado, a pesar de que una probable parálisis en Washington plantea riesgos políticos para los tres, pues los índices de aprobación del Congreso están cerca de mínimos históricos.

Aunque los gobernadores republicanos podrían utilizar en su beneficio la disfunción del gobierno en Washington, un Congreso liderado por los republicanos también podría darle a Clinton un blanco fácil si los líderes del partido intentan derogar la ley de salud de Obama, producir planes presupuestarios que reduzcan fondos para niños y ancianos, o si se quedan estancados en la parálisis.

En su exitosa campaña de 2012, Barack Obama criticó a menudo a la Cámara de Representantes liderada por los republicanos. El ex presidente Bill Clinton utilizó eficazmente el hecho de un gobierno dividido en la década de 1990.