Avances en el sistema electoral

Avances en el sistema electoral

POR JUAN BOLÍVAR DÍAZ
A pesar de las diferencias públicas entre los jueces de la Junta Central Electoral (JCE), se ha avanzado en el proceso organizativo de las elecciones presidenciales de mayo próximo, previéndose atacar las deficiencias en el procesamiento de los votos que tradicionalmente han retrasado el conocimiento del resultado.

Más allá de los conflictos que marcaron la conformación de la JCE en dos períodos consecutivos y de la desconfianza y falta de consenso entre los partidos políticos, el sistema electoral dominicano ha sido revestido de suficientes garantías para el ejercicio del sufragio y su procesamiento.

 Tal como advirtió recientemente el presidente de la Cámara Administrativa de la JCE es imposible que los órganos electorales puedan alterar la voluntad popular, como ocurrió hasta 1994, razón por la cual las preocupaciones deben centrarse en reglamentar las campañas electorales para evitar los abusos del poder del Estado y del dinero.

Proceso en marcha

 El informe presentado el miércoles 26 a los delegados de los partidos políticos por la Cámara Administrativa de la JCE muestra que las diferencias de criterios entre los jueces electorales no han impedido que se avanzara en el proceso organizativo de las próximas elecciones presidenciales a 8 meses de su realización.

 La mayoría de las juntas electorales municipales, que ahora son 154, han sido   reorganizadas, 81 ya aprobadas por el Pleno de la JCE y otras 37 en agenda, mientras se busca consenso con los partidos en las 36 restantes. Se han integrado 385 nuevos colegios de votación y se inició con anticipación la captación de más de cien mil personas para operar los colegios de votación y su entrenamiento.

Se informó que se han evaluado 10 solicitudes de reconocimiento de nuevos partidos políticos, de las cuales ya dos están para decisión del Pleno de la JCE, que trabajan en el diseño del material educativo, cartillas y formularios, en la adquisición de los materiales y el diseño de un plan de logística para empaque y distribución, así como en la adecuación de los locales de las juntas municipales. Hasta ahora los partidos con derecho a postular candidatos son 22.

La Dirección Nacional de Elecciones, a cargo de Joel Lantigua, discute con los delegados de los partidos lo concerniente a una valija de seguridad para transportar los materiales electorales, urnas con ventanas transparentes, modelos de caseta de votación, y de boletas electorales y del papel de seguridad para las actas de votación.

Tal como habían declarado antes el presidente de la JCE, Julio César Castaños, y el de la Cámara Administrativa, Roberto Rosario, en la reunión informativa quedó evidente que el proceso organizativo de las elecciones del 2008 avanza con suficiente anticipación.

Los avances incluyen el haber completado las juntas electorales de 11 de las ciudades del exterior donde votarán los dominicanos y dominicanas. Otras tres están en proceso de integración y todavía se considera establecer una décimo quinta en la ciudad estadounidense de Filadelfia.

Dos desafíos básicos

Aunque con frecuencia se insiste en hablar de la posibilidad de fraudes electorales, la generalidad de los actores como de los analistas políticos reconoce que el sistema electoral dominicano ha alcanzado altos niveles de seguridad, con un padrón electoral limpio, que se actualiza sistemáticamente con  transparencia y participación de los delegados políticos y un sistema de cedulación eficiente, con un carnet que lleva fotografía integrada al plástico.

Ya no hay secretismos en la JCE y todas las decisiones se adoptan en consulta con los partidos, al tenor de la reforma electoral de 1997, desde las normativas y las contenciosas hasta las relacionadas con el registro de electores, el centro de cómputos, la logística, votación y procesamiento, con actas plastificadas  casi imposible de alterar. 

Sin embargo, hasta las últimas elecciones, las legislativas y municipales del 2006, han persistido dos serios problemas en el sistema que dilatan excesivamente el conocimiento de los resultados de las votaciones, las deficiencias del personal operativo de los colegios y la lenta validación de las actas en las juntas electorales municipales.

Las actuales autoridades pretenden superar esos dos escollos en los comicios de mayo próximo y para ello han comenzado con suficiente anticipación a reclutar y entrenar las 67 mil personas que operarán unos 13 mil colegios, 5 por cada uno, pero la meta es captar 103 mil para descartar los que no aprueben los cursos de entrenamiento. Ya han reclutado casi 46 mil personas, el 45 por ciento.    

Los primeros entrenamientos para instructores del personal de los colegios abarcó a 450 voluntarios, de los cuales 360, el 80 por ciento, fueron aprobados. Están iniciando la capacitación de los operadores de los colegios en más de 3 mil talleres hasta enero. Las deficiencias en la elaboración de las actas han determinado una alta proporción de errores que luego tienen que ser subsanados en las juntas electorales, retrasando el proceso.   

Pero el mayor cuello de botella ha sido la validación en las juntas municipales de todas las actas levantadas en los colegios y firmadas por los delegados es el cuello de botella que retrasa la publicación de los resultados. Ya en los comicios del 2006 la JCE buscó eliminar ese paso, absolutamente innecesario por lo menos en las actas firmadas por todos los delegados políticos, pero los partidos lo rechazaron.

Para esta ocasión, la junta propone que desde los mismos colegios se pueda transmitir electrónicamente las actas de votación a las juntas municipales para evadir los congestionamientos en la entrega personal que también dilatan el procesamiento final de los votos. Está por verse si los partidos aceptarán esas correcciones.

Los aspectos vulnerables

Si bien el sistema de empadronamiento, organización, votación y cómputo ha registrado mejorías extraordinarias, todavía quedan rémoras como la compra de cédulas y de votos que han persistido hasta en recientes elecciones primarias de los partidos mayoritarios y que fueron escandalosas en las legislativas y municipales del 2006.

Pero las mayores debilidades del sistema electoral dominicano tienen lugar en las campañas proselitistas, por el gasto desmesurado, la falta de transparencia en el financiamiento privado de los partidos, el abuso de recursos del Estado y una propaganda negativa, abundante en diatribas y escasa de propuestas y debates de fondo, todo lo cual   se ha evidenciado de nuevo en la temprana campaña electoral que ya soporta la nación. 

La moderna concepción de la democracia implica la mayor igualdad posible de competencia y la reducción del poder del dinero, evitando que la capacidad para lograr financiamiento, especialmente de fuentes ilegales, apabulle la conciencia de la ciudadanía.

Fundado en ella es que la JCE promueve un reglamento para acortar las campañas electorales, evitar el abuso del poder del Estado y hacer públicas las fuentes de financiamiento y el volumen del gasto. Otro reglamento elaborado por la Cámara Administrativa, pendiente de discusión por el pleno de los jueces electorales, procura establecer un sistema de contabilidad de los partidos transparente.

Pero aún las reglamentaciones propuestas serían insuficientes y predomina el criterio de que falta una ley de partidos políticos y reformas electorales más profundas para lograr los objetivos de transparencia y equidad en la competencia por el poder del Estado.-   

5.6 millones de electores

Al 16 de septiembre el padrón electoral contenía 5 millones 599 mil 910 electores y electoras, lo que implica un crecimiento de 230 mil 846 en relación a los habilitados para los comicios del año pasado, apenas del 4 por ciento, muy por debajo del registrado entre las elecciones del 2004 y el 2006, que fue del 7 por ciento.

Pero faltando tres meses para el cierre del padrón, el 16 de diciembre, es muy probable que para las elecciones de mayo próximo los electores y electoras  pasen de los 5 millones 700 mil. Con un crecimiento del 7 por ciento, similar al del período anterior, el padrón alcanzaría los 5 millones 744 mil 898 ciudadanos y ciudadanas.    

De los registrados en el padrón, 82 mil 820 corresponden a los centros de votación en el exterior del país, con un crecimiento de 30 mil 380, equivalente al 57 por ciento en relación a los 52 mil 440 que se inscribieron para los comicios presidenciales del 2004, la primera vez que se votó fuera del país. Apenas poco más de la mitad sufragaron, pese a que el 16 de mayo cayó domingo. El año próximo será en día laborable, viernes, lo que supone una mayor abstención. La abstención nacional fue del 27 por ciento, promedio de los comicios presidenciales desde el 1996.

Los partidos reciben periódicamente un corte del registro electoral y con meses de anticipación el definitivo, que además queda en Internet, lo que ha determinado que desaparezcan los alegatos de exclusiones y dislocamientos que caracterizaron los procesos electorales. El actual padrón fue elaborado para los comicios del 2000 y desde entonces sus resultados han sido calificados como excelentes por los observadores electorales.

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