SAN LUIS, EEUU, AFP.- Los avances de la ciencia tienen el potencial de prolongar considerablemente la vida humana en los próximos veinte años, pero crearán un verdadero dolor de cabeza económico y social para el mundo, según estimaron científicos en una conferencia en Estados Unidos.
Hay 50% de posibilidades de que en los próximos veinte años se pongan a punto tratamientos que permitirán prolongar unos 25 años la esperanza de vida humana, evaluó el biólogo Aubrey de Grey, científico de la Universidad de Cambridge.
Los grandes adelantos en materia genética y de biología molecular que muestran que se puede enlentecer el envejecimiento de ratones y moscas drosofilas a través de la manipulación genética, son el fundamento que esgrimió De Grey en la conferencia anual de la Asociación Estadounidense para la Promoción Científica (AAAS, por su sigla en inglés), que finaliza este lunes.
Este investigador y sus colegas citaron, sin embargo, los efectos perversos que produjeron este tipo de tratamientos en animales de laboratorio, como una extrema sensibilidad a las enfermedades infecciosas. A pesar de ello, los científicos calculan que a mediano y largo plazo la esperanza de vida, que se duplicó durante el siglo pasado, se prolongará consideramente a lo largo del siglo XXI y a un ritmo aún mayor, gracias a la medicina.
El efecto combinado de estos avances médicos tendrá consecuencias mayores sobre la comunidad mundial en el correr de este siglo, predijo por su lado Shripad Tuljapurkar, un biólogo de la Universidad de Stanford (California, oeste), quien presentó ante la conferencia de la AAAS un estudio donde analiza este escenario.
Según estas proyecciones, la edad de muerte más frecuente debería aumentar veinte años entre 2010 y 2030 si gran parte de la población sigue tratamientos contra el envejecimiento, lo que representaría un aumento en la esperanza de vida de 80 a 100 años en los países industrializados, indicó.
La población mundial podría así alcanzar los 10.000 a 11.000 millones de personas, y no los cerca de ocho mil millones que calculan las proyecciones actuales.
Un aumento semejante crearía grandes problemas en países como China, que tendría entonces una población de 1.800 millones, estimó Tuljapurkar.
En contraste, esta prolongación de la esperanza de vida sería una buena noticia para países con bajas tasas de natalidad como Suecia, agregó el científico, aunque señaló que sería necesario que estos años adicionales prolonguen también la buena salud, en lugar de generar una multiplicación de ancianos enfermos de Alzheimer.
Este aumento en la franja etaria más vieja de la población corre el riesgo de agravar el problema del financiamiento de los sistemas de jubilación y cobertura médica en los países industrializados, que ya están amenazados.
Las consecuencias financieras y fiscales de este escenario es de vértigo, concluyó Tuljapurkar, sugiriendo que la edad de jubilación debería, entonces, llevarse a los 80 años.