La radioterapia se ha convertido en uno de los principales pilares del tratamiento contra el cáncer, presentando múltiples beneficios a los pacientes desde el siglo XIX, con el descubrimiento de los rayos X, iniciando así la larga carrera de la radiación en el tratamiento de enfermedades.
En nuestro país se aplican la radioterapia en 2d, radioterapia tridimensional conformada 3d y la radioterapia de intensidad modulada (IMRT siglas en inglés), en el Centro de Radioterapia Integral (Radonic).
En este sentido, dentro de las radioterapias, la IMRT es la herramienta más sofisticada, porque permite regular con mucha exactitud la radiación emitida sobre cada punto del tumor… explica el doctor David Rice, de la universidad de Michigan, Estados Unidos
Los tratamientos con IMRT demandan sesiones diarias de 15 a 20 minutos, durante un período entre 6 y 8 semanas, dependiendo del paciente y del tumor a tratar.
Si bien la tendencia actual en oncología pasa por los tratamientos multimodales, basados en la combinación de las diferentes alternativas de tratamiento (radioterapia, cirugía, quimioterapia u otras), la cual es decidida por cada equipo de tratamiento y en función de cada paciente, existen circunstancias en que sólo se usa radioterapia.
Una, según detalla el doctor Rice, la constituyen ciertos tipos de cáncer en los que la radiación se convierte en la única alternativa posible o efectiva. Es el caso de los cánceres de cabeza y de cuello o los tumores cerebrales.
Desde su primera aplicación en 1899, la radioterapia ha evolucionado rápidamente con los avances científicos de la Física, la Oncología y los ordenadores, mejorando tanto los equipos como la precisión, calidad e indicación de los tratamientos. Como una forma efectiva de tratar muchos tipos de cáncer en casi cualquier parte del cuerpo, se estima que más del 50% de los pacientes con cáncer precisarán tratamiento con radioterapia para el control tumoral o como terapia paliativa en algún momento de su evolución.
Tanto es así, que un estudio realizado en el Memorial Sloan Kettering Cancer Center, uno de los centros más destacados del mundo en la especialidad, los pacientes con cáncer de próstata tratados con IMRT evidenciaron una tasa de supervivencia a tres años del 92% cuando fueron tratados en estadíos tempranos, y de más del 80% en quienes tenían un pronóstico inicial desfavorable.
Los avances técnicos de las terapias oncológicas radiantes han determinado que hoy se utilicen, solas o combinadas, en el 60% de los tratamientos de cáncer.
Y es que los médicos pueden usar radiación antes de la cirugía para reducir el tamaño del tumor. Después de la cirugía, la radioterapia se usa para detener el crecimiento de cualquier célula cancerosa que todavía permanezca en el cuerpo. En algunos casos los médicos usan la radiación con medicinas anticancerosas, en vez de la cirugía, para destruir el cáncer. Por ello, cada vez son más los tipos de cáncer que se pueden solucionar sin recurrir a la cirugía, aseguró el doctor Rice.
Aún cuando no es posible curar el cáncer, la radioterapia puede dar alivio, y en muchas ocasiones los pacientes encuentran que su calidad de vida mejora cuando se usa la radioterapia para reducir el tamaño de los tumores y para bajar la presión, reducir hemorragias, dolor u otros síntomas del cáncer.
La radiación no se siente y no provoca dolor nunca, aclara el especialista.
Para mayor información sobre este tratamiento y su aplicación, pueden visitar el web site www.radonic-cri.com