MEXICO (AP) – La medida del Congreso que despenaliza la portación de pequeñas cantidades de cocaína, heroína y otras drogas causó poco revuelo en el país, donde las autoridades dicen concentrar sus esfuerzos en la detención de capos del narcotráfico.

La ley, aprobada el viernes por el Senado, sólo espera la promulgación del presidente Vicente Fox, quien ya se ha mostrado partidario de despenalizar la portación de pequeñas cantidades de drogas como marihuana, éxtasis, LSD y hongos alucinógenos.

La noticia no ocupó la primera plana de ninguno de los periódicos más importantes de la capital y ni siquiera fue discutida en las páginas editoriales. Tuvo más cobertura en la prensa del norte del país, donde las guerras entre grupos de narcotraficantes han causado cientos de muertes a lo largo de la frontera con Estados Unidos.

Sin embargo, también en esa región la reforma legal fue opacada por las noticias sobre inmigración, de cara a las movilizaciones del lunes en aquel país.

«En Estados Unidos es cosa de principios. (El narcotráfico) es la lucha entre el bien y el mal. Un gramo y una tonelada es lo mismo’’, dijo Lorenzo Meyer, analista político e historiador. «En el caso de México no lo es. El problema son los narcotraficantes grandes, no la gente que consume poco por razones personales’’.

El senador Jorge Zermeño, del Partido Acción Nacional _actualmente en el gobierno_, asegura que «el objeto de esta ley no es meter a la cárcel a los consumidores, sino a los que venden y envenenan’’.

En la Zona Rosa, un vecindario turístico capitalino, mexicanos y turistas lucieron el sábado sorprendidos al enterarse que en breve sería legal portar drogas para el consumo personal.

Francisco Garrido, vendedor de jugos naturales en una acera, pronostica que la violencia asociada con las drogas disminuirá «porque habrá menos presión’’ en los consumidores.

Pero Berta Pérez, dueña de una tienda de antig_edades, teme que se vuelva común la venta de drogas en las calles, atrayendo a turistas jóvenes de presupuesto limitado y espantando a viajeros de mayor poder adquisitivo.

La legislación de México ya contemplaba la posibilidad de no perseguir penalmente a «el farmacodependiente o consumidor que se le encuentre en posesión de algún narcótico para su consumo personal’’, en tanto un experto certifique si la persona portadora es un adicto, y que la cantidad es para uso personal.

La reforma aprobada el viernes elimina el requisito de ser «adicto’’ y automáticamente permite a cualquier consumidor portar narcóticos en las cantidades límites establecidas.

Una vocero de la Procuraduría General de la República declinó hacer comentarios el sábado sobre los efectos que la nueva ley tendría sobre el compromiso de México en la guerra internacional contra el narcotráfico.

Judith Bryan, vocera de la embajada de Estados Unidos, indicó el sábado que su gobierno espera examinar el texto legal antes de decidir si formula o no una crítica formal a México. «Cualquier ley que legalice drogas peligrosas no será beneficiosa’’, adelantó.

Pese a que durante la presidencia de Fox, iniciada en diciembre del 2000, varios narcotraficantes de alto nivel han sido detenidos, las tasas de consumo de drogas en México lucen en alza, especialmente en ciudades fronterizas como Tijuana, por donde cruzan los envíos de cocaína, heroína y marihuana hacia Estados Unidos.

John Morgan, psicólogo escolar retirado y turista de Colorado en México, cree que en este país tiene sentido despenalizar el uso de la marihuana, pero no otras drogas más fuertes.