Avenida de las Américas

Avenida de las Américas

POR ÁNGELA PEÑA
No fue necesario que las turbas derribaran tarja y rótulos. Antes de que el furor contra  todo lo que recordara a la dictadura se apoderara del sentimiento del pueblo ya libre de la opresión trujillista, los propios hijos del tirano ajusticiado borraron el nombre del primogénito del sátrapa de lo que es hoy “Avenida de Las Américas”, antes  llamada “Dr. Rafael Leonidas Trujillo hijo”.

Fue un gesto inesperado y aún inexplicado. El 4 de julio de 1961, estando todavía gobernando el país la descendencia del “Benemérito”, ellos mismos dispusieron el cambio de denominación, aunque la terminal siguió siendo “Aeropuerto Trujillo” y los “hidalgos” herederos continuaban en suelo dominicano.

 En su decisión, sin embargo, continuaron las loas y alabanzas al caudillo. Por ley número 5573, el Congreso Nacional consideró como una actitud cívica de desprendimiento de “los distinguidos miembros de la familia Trujillo Martínez” sustituir las viejas denominaciones que reconocía a la descendencia del “Egregio Jefe” en puentes, autopistas, avenidas y establecimientos públicos, “por las de figuras y acontecimientos de relieve en la historia nacional”, acción que fue interpretada por los legisladores “como un tributo espiritual a la memoria de su insigne y esclarecido progenitor, Generalísimo Dr. Rafael Leonidas Trujillo Molina, Benefactor y Padre de la Patria Nueva, cuyo ilustre nombre está grabado con caracteres de inmortalidad en todo el ámbito nacional”.

 Esa determinación de supuesta voluntad de la “esclarecida” parentela, “respetada por cuanto representa un acto de honda raigambre espiritual” que debía traducirse en acto de “recordación reverente a quien fuera su “noble” padre, culminó con la designación del nombre de “Avenida Las Américas” a la carretera que entonces unía a “Ciudad Trujillo con la Base de la Aviación Militar, la academia  Batalla de Las Carreras, con el Balneario de Boca Chica y con el Aeropuerto Trujillo”.

 La ley original que la inauguró como “Dr. Rafael Leonidas Trujillo hijo” quedó derogada, según la orden que firmaron Porfirio Herrera, Ramón Bergés Santana y Julio A. Cambier, presidente y secretarios, respectivamente del Senado y el presidente y los secretarios de la Cámara de Diputados a los cuatro días del mes de julio de 1961, “años 118° de la Independencia, 98° de la restauración y 32° de la Era de Trujillo”

En honor de Ramfis

 El cinco de agosto de 1958 la actual avenida “Las Américas” fue designada con el nombre del General doctor Rafael Leonidas Trujillo hijo, considerando que el hijo del tirano, entonces Jefe de Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, se había “destacado de modo sobresaliente por su capacidad organizadora y sus brillantes iniciativas en las austeras disciplinas de las Fueras Armadas de la República Dominicana”.

 A ellos, agregaba la disposición, había consagrado su juventud “con tanta energía como inteligencia, al par que acendraba en las aulas universitarias la superior cultura que le mereció el Doctorado en Derecho”, justificaba el lisonjero que propuso el significativo homenaje.

 El servilismo imperante desbordaba en esa ley número 1965, en la que se ponía de manifiesto, además, que el apodado “Ramfis” aportaba a las instituciones castrenses, “con merecidos honores y su personal prestancia, la vocación y el impulso edificante que recibió para tan meritoria misión, de su ilustre padre”.

 Era “justo y plausible”, agregaba, “manifestar el reconocimiento público” hacia el hijo del déspota “prominente colaborador de la estructura moral de la obra de paz que ilustra los anales de la Era, tanto en la vida interna de la República como en sus relaciones con los pueblos que constituyen la comunidad del Mundo Libre” y que se cumplía ese deber “designando con su nombre la autopista que comunica Ciudad Trujillo con la Base Aérea Presidente Trujillo, centro donde irradian las actividades de este joven y ya prestigioso militar; con la Academia Militar Batalla de Las Carreras y con el Balneario de Boca Chica”.

 Porfirio Herrera, Manuel Joaquín Castillo y Julio A. Cambier, presidente y secretarios, respectivamente, del Senado, y Marino E. Cáceres, Pablo Otto Hernández y Opinio Álvarez Mainardi, Vicepresidente en funciones y secretarios, respectivamente, de la Cámara de Diputados, emitieron la ley que promulgó el entonces Presidente gomígrafo Héctor Bienvenido Trujillo Molina, a los seis días del mes de agosto de 1958 “años 115° de la Independencia, 95° de la Restauración y 29° de la Era de Trujillo”.

Una vía peligrosa

 Antes de la construcción de la original autopista “Dr. Rafael Trujillo hijo”, la vía era un camino que a partir de La Caleta se tornaba en silvestre y en paseo libre de multitud de pequeños cangrejos, recuerda el ingeniero Rafael Tomás Hernández, quien realizó estudios  para ampliación y reconstrucción de la carretera, a partir de 1966.

 “Era un trayecto muy bucólico que hacíamos en bicicleta”, cuenta. Agrega que cuando se fundó la “Hormigonera Industrial”  o “Concretera”, en los años 50, de inmediato se planificó trabajar en esa ruta pero primero se hicieron dos pruebas con el material: un tramo frente a la “Estancia Ramfis”, en la avenida Independencia, y otro en la avenida San Martín, frente al aeropuerto General Andrews, para someterlas a la consideración de Trujillo.

 Con su visto bueno se hizo la avenida, de concreto, pero el salitre y las ráfagas de mar salpicaban el pavimento, narra, la tornaban resbaladiza, prácticamente un peligro para los vehículos, que se deslizaban, produciéndose accidentes lamentables. “Para hacerla más segura se procedió a efectuar trabajos de escarificación, es decir, volver la superficie más rugosa, de manera que las gomas tuvieran más agarres”, explicó.

 Era primitiva, sin las amplias marginales de ahora, “que son prácticamente recientes”.

 En el balaguerato se pensó que la comunicación con el Este se haría a través de la avenida San Martín, según el proyecto de un doctor en tránsito alemán contratado por el Gobierno, y que empalmaría con la Barahona desembocando en la Vicente Noble hasta unirse al Puente Duarte, narra el ingeniero Rafael Tomás Hernández. La idea se descartó.

 Otra opción era continuar la avenida George Washington, construir elevados y lograr lo que es hoy, más o menos, la avenida del Puerto, con un túnel debajo del río o un puente para conectar con la avenida España, lo que también fue desestimado porque Balaguer advirtió que desvirtuaría la imagen de la Ciudad Colonial. Otra alternativa que no progresó fue la de “pasar por San Juan Bosco desembocando en la Teniente Amado García Guerrero y la París hasta el puente Duarte”, recuerda Hernández.

La Avenida “Las Américas”

 Es una de las vías de Santo Domingo que ha sido objeto de mayores atenciones, transformaciones y diseños desde que se inauguró en 1958. Inicialmente estrecha, resbaladiza, fue adornada con símbolos de diferentes países de América por ser la ruta de entrada a la Capital desde el Aeropuerto Internacional de Las América. Estos escudos y banderas se los robaron.

 En la actualidad, con estaciones de peaje y pesaje de vehículos pesados, conecta con diferentes puntos de esa zona que hacen sumamente fluido el recorrido hacia distintos lugares del Este y al Aeropuerto que lleva su nombre.

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