Avenida Jacobo Majluta es problema de nunca acabar

Avenida Jacobo Majluta es problema de nunca acabar

POR JUAN M. RAMIREZ
A 17 años de haber sido iniciada, diez años de su inauguración por el presidente Leonel Fernández, en su primera gestión y a nueve de su reconstrucción, la avenida Jacobo Majluta, que une la zona oriental de Santo Domingo con la autopista Duarte,  tiene dos tramos  intransitables, el asfaltado inconcluso y la isleta central a medio talle.

Desde principios de 2006 los equipos pesados que trabajan en la reconstrucción de la  vía entre la avenida República de Colombia y la avenida Hermanas Mirabal, en Villa Mella,  fueron retirados sin que hasta la fecha se expliquen los motivos.

Mediante un recorrido por la avenida, se comprobó que a menos de cien metros de la avenida Hermanas Mirabal, en el lado norte de la avenida, es intransitable, luego que fuera sacada la tierra arcillosa hasta dos metros de profundidad y rellanada una parte con materiales de construcción.

Por esa parte es imposible el tránsito de vehículos livianos y solamente las guaguas de la OMSA la usan como  inicio del corredor de Villa Mella.

Cuando llueve, ni siquiera estos autobuses pueden penetrar, ya que  los charcos de agua suben tan altos que hay  que ser buen nadador para cruzarlos.

El lado oeste de la vía fue asfaltada en una parte, frente al residencial Marañón, la que es utilizada, tanto por los vehículos que circulan de este a oeste y viceversa, lo que constituye un peligro público.

Conductores que transitan por la zona señalan que hubiese sido “un palo” para el desenvolvimiento del transporte en la zona si la Jacobo Majluta tuviera en buen estado, sobre todo ahora que la construcción del Metro de Santo Domingo provoca un caos en el servicio.

Pedro González, chofer de un carro público y Miguel Suárez, taxista, esperan desesperados la terminación de la obra.  Dicen que ayudaría grandemente a descongestionar el transito no solamente en Villa Mella, sino en toda la provincia de Santo Domingo y parte del Distrito Nacional.

Alexis Núñez, propietario de vehículo privado, estima que el día que se termine de reconstruir la vía los residentes en la zona se ahorrarían cuantiosos recursos en combustibles, pues evitarían los tapones en la Hermanas Mirabal y en la salida del puente Presidente Peynado. 

En la actualidad, transitar por la Majluta  de noche es un riesgo de muerte, ya que está desamparada y la iluminación brilla por su ausencia.

INICIO CON FALLAS

Durante su primer mandato, el presidente Fernández celebró su primer año de gestión, el 16 de agosto de 1997, debajo de una carpa inaugurando la Jacobo Majluta, una obra que el Estado desembolsó hasta entonces RD$300 millones desde que fue iniciada en 1990.

A los dos meses de la inauguración la obra llamó la atención, no por la importancia que revestía, sino por los vicios de construcción.

En junio de 1998, el CODIA declaró la avenida en estado de emergencia, tras presentar un  informe que arrojó vicios y fallas. Por tal motivo, los ingenieros responsables de construir la vía fueron citados e interrogados por el Departamento de Prevención de la Corrupción (DEPRECO).

Cuando el ingeniero Diandino Peña entró a dirigir Obras Públicas, en 1998, admitió públicamente las fallas   denunciadas y aseguró que los responsables serían sometido a las justicia, pero todavía hoy la sociedad continúa esperando.

UN BARRIL SIN FONDO

Hasta enero de 2005 la reparación de la vía había costado otros RD$1,430 millones, para completar una inversión de RD$1,730 millones, lo que significó 180 millones de pesos por cada uno de los 9.6 millones de kilómetros de la vía.

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