La avenida Buenventura Freites y sus aceras, en el capitalino sector Los Jardines del Norte, son un aparcadero improvisado desde inicio hasta final. Esa situación abarca en su curso el frente de la escuela Fray Ramón Pané y “dobla” hacia Los Próceres, a la derecha, donde está el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec). Igual golpea la calle María Galá.

El problema incluye dos talleres automotrices, una tienda de maquinarias pesadas, cuya recepción de vehículos es la calle y un ‘dealer’ que exhibe en la acera. Residentes, alumnos y transeúntes narran el mal rato que supone caminar por estas vías.

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“Hay que tirarse a la tarvia y con cuidado entre los carros parqueados y los que circulan, para que no acaben con uno”, expresa el estudiante Moisés Sepulveda, que un día y el otro también pasa por esta que define pesadilla.

El llamado a las autoridades es a que corrijan la vieja situación, que no por antigua, hay que aceptar. “Uno termina por acostumbrarse a lo malo y eso no está bien”, expresa Manuel Marmolejos, que trabaja en la zona y ve vulnerado su derecho al tránsito.

Vecinos lamentan que pese a que han planteado múltiples veces este inconveniente, todavía el Ayuntamiento del Distrito Nacional y la Dirección de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett) no lo hayan erradicado.

Mas, como indica Dulce María, seguirán porque la peor diligencia es la que no hacen y manifiestan su reiterada petición a las autoridades confiados en que esta vez sí oigan y actúen, para evitar más accidentes y angustia.

Esperan que sea garantizada la seguridad de los que cirulan por ese entorno, sobre todo, la de los niños que cursan sus en el centro Pané, las madres, sus hijos y los envejecientes que acuden al dispensario médico de Intec.

En conclusión, claman porque los que están para brindar servicios a la población y de esa forma cuidarla, atiendan esa necesidad y resuelvan de manera definitiva.

Parque Belice, una mirada

Personas que caminan en el parque Belice piden más cuidado, ya que una brigada lo limpia en la mañana y un camión pasa entre 5:00 y 6:00 de la tarde a recoger la basura pero a esas horas ya está lleno de hojas, nueva vez, lo que desdice su aspecto y empaña su propósito de resaltar la zona y de ser un espacio de esparcimiento físico y mental.