AVENTURA EN LA ‘TORRE EIFFEL’ DE TOKIO

AVENTURA EN LA ‘TORRE EIFFEL’  DE TOKIO

Al ver esta edificación situada en el barrio de Minato-ku, en la capital de Japón, se advierte su gran parecido con la torre Eiffel parisina, aunque esta estructura metálica elevada, que funciona como antena de trasmisión de señales de telecomunicaciones y plataforma de observación de la ciudad, tiene su propias señas de identidad, que la diferencian de la francesa.
Menos conocida en el mundo que la construida por el ingeniero Gustave Eiffel, la Torre de Tokio o Tokyo Tower, comparte algunas características con la torre parisina, además de su reconocible silueta estructural cónica y curvada, como ser una de las principales atracciones y miradores turísticos de la capital del país y contar con una espectacular iluminación nocturna.

De hecho, la página web oficial de torre parisina (www.toureiffel.paris/es) considera a la torre tokiota como una de las réplicas de esta construcción gala, como las que también existen en Blackpool (Inglaterra), Las Vegas, París y Tennessee (EEUU), Shenzhen y Tianducheng (China), Praga (República Checa) Slobozia, (Rumania) y Parizh (Rusia).

Edificación incónica de la capital nipona. La torre nipona fue inaugurada en 1958, mide unos 333 metros de altura (incluyendo su antena), y pesa unas 4.000 toneladas; mientras que la Eiffel se inauguró en 1889, mide 324 metros de altura (incluyendo su antena), y solo su hierro y su pintura tienen un peso de 7.360 toneladas.

Diseñada por el arquitecto Tachu Naito, fue construida en acero prefabricado y está pintada de color blanco y rojo, en tanto que la parisina luce un color marrón, parecido al bronce.
La torre no solo es una de las atracciones turísticas más populares de Tokio, sino que también simboliza su condición de ciudad internacional y la recuperación de todo el país tras la destrucción de la Segunda Guerra Mundial, según fuentes oficiales niponas.

Las nueve estaciones de televisión y cuatro cadenas de radio FM de Tokio se transmiten a la zona metropolitana desde la torre, y varios medidores e instrumentos montados en su parte superior monitorean el estado del aire sobre la ciudad y las condiciones del tráfico en las calles, según la Federación Mundial de Grandes Torres (WFGT, por sus siglas en inglés).

Situada casi en el centro de la línea de trenes urbanos Yamanote, dispone de un gran mirador a 150 metros de altura y un mirador especial a 250 metros, desde el cual se observa un panorama de Tokio en tres dimensiones, informa Go Tokyo (www.gotokyo.org/es), el portal oficial de turismo de Tokio.

Desde el mirador principal o Main Deck, que consta de dos plantas y aloja la tienda y el café oficiales de la torre, se puede disfrutar de una taza de té con vistas impresionantes y de la música en vivo en el escenario, que realza la vista nocturna de Tokio en 360 º, informa la web de la torre (www.tokyotower.co.jp) .
Una aventura a 250 metros sobre el suelo. El visitante puede optar por tomar el ascensor o subir los 600 escalones hasta la cubierta principal, y en los días soleados puede incluso ver el monte Fuji que se eleva en la distancia.

Si no se sufre de vértigo, en el Main Deck se puede disfrutar de la emocionante experiencia de pararse sobre algunas secciones de piso de vidrio llamadas “Skywalk Window” (ventana pasarela), y mirar hacia el suelo situado a unos 145 metros bajo sus pies.
Cien metros más arriba, el mirador superior dispone de la atracción, “Top Deck Tour”, que recrea un viaje del pasado al futuro de la torre y la ciudad, mediante recursos tecnológicos. Esta atracción cuenta con una galería que presenta escenas de su construcción y los puntos turísticos de la ciudad.

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