Las actividades disminuyeron ayer en el  palacio de justicia de Ciudad Nueva y len el de a provincia de Santo Domingo, como consecuencia de las continuas lluvias.

La amenaza de que el fenómeno natural penetrara al país hizo que cientos de personas que diariamente acuden a las fiscalías  pospusieran sus diligencias sobre asuntos legales.

Las audiencias fueron escasas en esas dos jurisdicciones, en las que desde el mediodía del pasado miércoles se empezó a cumplir la disposición de la Suprema Corte de Justicia, de que el personal administrativo se retirara en la tarde de ese día, ante los efectos dejados por la  presencia de Emily.

Ayer, poca gente era vista en los pasillos de la Fiscalía del Distrito Nacional.

En la unidad del médico legista, donde diariamente son examinadas más de 50 personas -antes de instrumentar una querella- que alegan ser víctimas de golpes y heridas, en la tarde de ayer solo había 12 personas en revisión.

En el Departamento de Recepción de Denuncias y Querellas se contabilizó la atención de medio centenar de ciudadanos, contrario a días normales, en que la cifra suele sobrepasar las cien personas.

Las visitas fueron esporádicas en departamentos como Casos Mayores, y en el Departamento de Ligación Inicial se tuvo que aplazar las vistas de ocho expedientes que debieron ser conocidos ayer.

Los tribunales colegiados tuvieron menos trabajo que de costumbre.

Solo el Cuarto Tribunal Colegiado del Distrito Nacional operó hasta pasadas las 3:00 de la tarde, con siete audiencias que tenía enroladas para el día.

Las audiencias no pudieron celebrarse en algunos tribunales, como el Primero de la Instrucción y la Segunda Sala Penal del Distrito Nacional.

A eso de las 3:00 de la tarde, los pasillos estaban despejados, y nadie esperaba por presos en las puertas norte, este y oeste de la Fiscalía, que suelen ser convertidas en zonas de bullicio por parte de familiares de las personas que guardan prisión.

Se espera que hoy las cosas se normalicen.