La suspendida jueza Awilda Reyes Beltré dijo esperar, que el Ministerio Público (MP) presente a los demás jueces que pertenecen al supuesto entramado judicial, dedicado a negociar sentencias con personas ligadas al crimen organizado.

Reyes Beltré volvió a reiterar que recibe amenazas de muerte y que teme por su vida, ya que a pesar de estar bajo arresto domiciliario no cuenta con un agente que la custodie.

La jueza, que está bajo investigación por prevaricación, consideró que si el MP está convencido y ha presentado una acusación diciendo que son parte de una red, se deben presentar a los demás jueces y entonces que se investigue, para determinar la responsabilidad de cada cual.

Criticó que hasta el momento, de los jueces suspendidos y bajo investigación solo ella haya sido la única que está siendo procesada penalmente.

Dijo que parecería que ella era la que comandaba la supuesta red.

Por el caso también tiene una acusación penal el exconsejero del Poder Judicial Francisco Arias Valera. Mientras que los jueces José Dionicio Duvergé Mejía, Rosó Vallejo Espinosa y Víctor Mejía Lebrón están siendo sometidos a juicio disciplinario.

Reyes Beltré acudió ayer a la Octava Sala Penal del Distrito Nacional para conocer un recurso, en el que pide sus cuentas bancarias sean desbloqueadas.

Explicó que esas cuentas pertenecen a las nóminas de las universidades donde ésta impartía docencia y que no ha podido tener acceso a sus ingresos. Dice que actualmente se sostiene, gracias a la ayuda de su familia.

La audiencia de ese recurso fue aplazada para hoy 19, a las 12:00 del mediodía, para que el MP presente pruebas de que solicitó el desbloqueo ante la Superintendencia de Bancos, como se dijo en el juicio.

Reyes expresó que llegó al tribunal sin una custodia, a pesar de haberla solicitado por escrito la Procuraduría.

Dice no entender cómo si ella representaba peligro latente de fuga, ahora siquiera se le asigne un agente para que la vigile. Declaró que en el tiempo que tiene bajo arresto domiciliario, solo ha recibido una llamada de monitoreo.

Manifestó que ante esas circunstancias, de no tener un seguridad y las amenazas que ha recibido, tiene temor por lo que le pueda ocurrir.

Lo dijo. En ese sentido el Ministerio Público dijo no quería le fuera otorgada la libertad, precisamente porque en prisión estaba más segura, y que el hecho de que ella no tenga un custodio no quiere decir que no esté siendo vigilada.

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Otra perspectiva
La jueza dijo que después de salir de prisión acude a terapia familiar. Confesó que todavía tiene pesadillas y que escucha a las agentes, cuando golpeaban los barrotes de las celdas en las mañanas. Admitió que estar en prisión no es fácil y que después de quitarle la vida a una persona, lo peor que se le puede quitar es la libertad y que para ello debe estar seguro de su responsabilidad penal.