¡Ay AMET ya no me quieras tanto!

¡Ay AMET ya no me quieras tanto!

Bonaparte Gautreaux Piñeyro

La curiosidad musical me llevó a examinar de nuevo el rico pentagrama del trío Los Panchos, del original, del que en la década de 1950 llenó América con el colorido de interpretaciones de tan bellas melodías como “Ay amor, ya no me quieras tanto”.
Aunque no tengo la memoria de mi Miriam para las letras de las canciones, me sorprendió hallar esta versión que copio a seguidas, por su oportunidad y por su actualidad, por lo que me apresuro a compartirla.
Se refiere a la desagradable ocurrencia de los agentes de la Autoridad Metropolitana del Transporte (AMET) quienes, por órdenes superiores, medalaganariamente, violan las leyes y trastornan el tráfico de vehículos en la hora en que es más denso, en las llamadas horas-pico.
Aquí va la versión, la cual aún no ha sido subida a You Tube u otra vía de distribución de información entretenimiento y monsergas politiqueras irrespetuosas. Con música del trío Los Panchos:
“Ay AMET ya no me quieras tanto/ ay Amet olvídate de mí/ si no más puedes causar molestias, ay amor deja sola esa esquina. “Ay AMET ya no me quieras tanto, ay AMET no me hagas sufrir más/me da pena que sigas en medio de todas las esquinas.
“Me da pena que sigas atrasando el tráfico dondequiera, /me da pena que sigas dañando el camino al trabajo/ el camino a la escuela, que me hagas llegar tarde.
“Dondequiera que voy quisiera que aprendieras a quitarte del medio/ yo quisiera que permitas trabajar al semáforo inteligente y que encuentres una esquina que te brinde la dicha de choferes que tengan aguante hasta más no poder,
“Te deseo un traslado que te brinde la dicha que yo no te he brindado/ y que pueda alejarme de ti para que no vuelvas más/ que algún día termine el suplicio del AMET en la esquina “Yo siento en el alma tener que decirte/ que mi amor se extingue/ y poquito a poco/ se queda sin luz/deja que el semáforo trabaje, ay AMET aléjate de mí.
“Yo sé que me quieres como el ratón al queso, y sé que te quiero que soy tu delirio, pero AMET querido tu eres mi cruz “Ay AMET deja la esquina sola no intervengas deja trabajar, al semáforo instalado bajo estudio para que el tránsito fluya mejor.
“Yo quisiera que tu comprendieras/que no tienes un reloj preciso/que conviertes la espera en rabia, por tu falta de justicia en el tiempo”.
“Ay AMET ya no me quieras tanto, quítate y deja transitar, respeta el orden del semáforo y todo irá mejor. No sientas ni escuches las maldiciones que no son sentidas, son el fruto eterno de la indignación”.
Aunque todos respetamos tus órdenes de paro, nadie está conforme con tu trabajo.

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