Ay, las demandas

Ay, las demandas

POR FRANCIS MESA
De las cosas que más me gustan de mi país es lo pintorescos y particulares que podemos llegar a ser. No sé si es una nueva tendencia o es que la gente se ha cansado de ser objeto de burla, difamación e injuria. Ahora lo que se estila en los corridillos faranduleros, en el «showbiz» son las demandas. Y yo que todo lo observo (bueno, no todo, tampoco soy omnipresente para estar en todos lados a la vez) me parece bien interesante.

Para sustentar este comentario, voy a hacer un poco de historia. Cuando inicié esta columna muchos me dijeron que por qué no era más insidioso, ay, ombe, me dejo de eufemismos y digo las cosas como son, me decían que debía ser más CHISMOSO, que eso llamaba la atención. A lo que siempre me negué. Que, por qué, simplemente porque para ser chismoso se necesitan unas armas importantísimas, pero la más importante es la documentación de cada hecho. Si no tengo fotos, grabaciones, filmaciones de videos –y un respaldo económico fuerte, pero éste es un elemento con otra connotación- no puedo empezar a escribir todo lo que escucho, me cuentan y hasta veo. Si pretendo ser serio y que los que se toman la molestia de leerme sepan que lo que les digo es lo que siento, lo que pienso, no puedo ni inventar ni improvisar.

Ojalá que las cosas se paren, de lado y lado, es decir, acusados y acusadores (as), pero también que se conozcan bien las limitaciones y las fortalezas del medio al que pertenecemos. Comunicar no es un juego.

EL FESTIVAL DE MÚSICA LATINA

En la historia de este evento, a pesar de mi evidente enfermedad por todo tipo de ritmos, casi nunca me he entusiasmado tanto que pretenda ir los tres días. Es que soy medio «quisquilloso» con eso de ir a todos los lugares sólo por estar, aunque no lo aparente. En las ediciones pasadas llegué a ir sólo un día, por tal o cual artista, ni siquiera por la oferta completa.

No sé si éste es el mejor año, pero, ¿saben qué? Que ahora pienso ir los tres. Porque parece que ahora soy más ecléctico, más tolerante musicalmente. Ya no sólo escucho rock, música raíz o étnica; jazz, bosa nova o alguno que otro merengue, no. Ahora me gusta y mucho, la bachata (allá nos veremos Frank Reyes), baladas, merengue típico y pop (sí, ya sé que en el firmamento musical existen más ritmos, pero qué quieren, ¿que los incluya todo en un mismo artículo?, no, porque luego no me alcanza el espacio para decir que Eddy Herrera, de los merengueros, fue el gran ganador.

Va solo y no en el bloque «salvemos el merengue» (ese nombre acabo de inventármelo), mientras sus colegas Rubby, Sergio, Krispy, Rafa y El Torito irán apretujados el domingo. ¿Y qué es lo que tiene «El galán del merengue»? Ah, se me olvidaban los animadores, aunque tengo mis reservas en ese particular. Allí veremos a Milagros, Luis Manuel Aguiló, Tania y Jochy Santos. Aunque si quieren que siga siendo honesto, juraba que los organizadores tendrían otra oferta. Ey, no piensen que estoy diciendo que estos no son buenos, que lo son, simplemente que pensé que nos sorprenderían. Hasta la próxima.

francismesa@hotmail.com

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