Aunque no lo creas tú puedes ayudar a erradicar el hambre, con acciones sencillas que puedes implementar en casa, lograrás rendir tu presupuesto y además compartir con otros lo que tienes, logrando menos hambre.
Comienza con crear una cultura de no desperdicio, trata de preparar la cantidad justa de alimentos, de modo que no tengas que desechar nada, elimina por un mes aditamentos que usualmente compras por gusto y no por necesidad y ese mismo dinero destínalo a comprar: harina de maíz, leche, mantequilla de maní o frutas y entrégalos a alguien necesitado en tu comunidad, preferiblemente niños y ancianos, haz que tus hijos participen de esta acción, ya que esto les ayudará a crecer en valores y a ser seres humanos sensibles y justos.
Este mismo dinerito lo puedes destinar como ayuda alimentaria a una institución que haya solicitado asistencia alimentaria para los niños que cuidan; aunque sea poco no descartes ir y entregarlo; hay programas en los que con el equivalente a un dólar cotribuyes a garantizar la alimentación de un día de un niño.
Puedes disponer de una alcancia en casa en la que los niños guarden una parte de su dinero de la merienda, para que otros niños puedan comer; ese dinero puedes aportarlo a una institución mensualmente.
Puedes proponer entre tus vecinos una kermesse en la que lleven platos preparados en casa, donados para una comunidad más deprimida o un área de tu sector que hayas identificado como más necesitada y trata de hacerlo sistemáticamente, no una vez al año.
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Para ayudar a mejorar el suministro de alimentos
-Establece huertos en la casa, la comunidad y la escuela.
– Encuentra formas de criar aves de corral, animales pequeños o peces para comer y/o vender.
– Vuelve a descubrir alimentos olvidados que se cultivan en la zona.
– Cultiva los mejores productos para vender y consumir.
– Elige los cultivos en función de las condiciones de la tierra y el agua.
– Utiliza los mejores aperos existentes para el cultivo en la región.
– Alcanza el equilibrio más adecuado entre la venta de los cultivos y su utilización en el hogar.
– Participa en iniciativas de colaboración para cultivar y vender alimentos.
– Apoya a los agricultores locales: compra alimentos cultivados localmente.
– Establece centros o bancos de alimentos para compartirlos.
– Revisa tu despensa y saca un inventario de lo que compras y siempre queda sin uso, eso puedes donarlo.