Profundizando en las causas para explicar la llamada “paradoja francesa”, ahora el enfoque se ha centrado en el corazón de la uva: sus semillas. Las investigaciones realizadas con extracto de semillas de uva han esperanzado a los científicos en que este puede ayudar a reemplazar el efecto antioxidante que se pierde al reducirse el estrógeno, responsable de la elevación de las enfermedades cardiovasculares en mujeres postmenopausicas.

El extracto de semillas de uva funcionaría activado un gen que detiene la oxidación del colesterol LDL, el primer paso hacia la aterosclerosis.

El doctor Debasis Bagchi, nutricionista del Centro Médico de la Universidad de Creighton dice que los suplementos de extracto de semillas de uva son seguros en una cantidad de 50 a 100 mg diarios, pero advierte no tomarlos durante el embarazo o cuando se padecen enfermedades del sistema inmunológico. La razón: contienen un 75 a 80 por ciento de proantocianidinas oligoméricas.