Ayuntamientos también rehúsan
entregar fondos a la Cruz Roja

Ayuntamientos también rehúsan<br />entregar fondos a la Cruz Roja

POR LEONORA RAMÍREZ S.
Los hábitos burgueses de Gustavo Rodríguez, el cronista deportivo de Hoy, son de décadas, pues cuando en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) la mayoría de los estudiantes de Comunicación Social atrincheraban sus ideas en la izquierda, el Gusti, como le dicen cariñosamente, jugaba tenis con Gustavo Lara, el director ejecutivo de la Cruz Roja Dominicana.

Esos pormenores se dieron a conocer en el primer almuerzo del 2007 del Grupo de Comunicaciones Corripio, al que asistieron como invitados una parte de los integrantes del Consejo Directivo de la Cruz Roja Dominicana.

Pero el anecdotario no pasó de ahí, a despecho de algunos chicos ácidos que querían saber otros detalles de la vida de este colega que engalana la derecha.

Lo que no está muy derecho, o sea, muy correcto, es que instituciones del Estado le nieguen a la Cruz Roja los recursos que por Ley debe recibir.

De acuerdo con la denuncia de Ligia Leroux, la presidenta de esa institución, Obras Públicas le retiene desde hace un año cuatro millones de pesos por concepto de la tipificación de sangre que se requiere para obtener la licencia de conducir.

Pero hay otros vampiros, porque los ayuntamientos tampoco les dan, del 2% de su fondo de emergencia, el 25% que le corresponde a la entidad de servicio.

¿Y el sector empresarial? Salvo contadísimas excepciones, bien gracias, porque aportan lo mismo que Rico Mcpato.

Lara se quejó de que, ni siquiera para mantener los puestos de la Cruz Roja en determinados puntos de las principales carreteras del país, tienden la mano los representantes del sistema productivo nacional.

TOCANDO MADERA

Para escuchar a Lara hay que tocar madera, porque este hombre acostumbrado a planificar acciones sobre la base de eventualidades,  no tiene reparos en plantear qué pasaría si ocurre un terremoto de grandes magnitudes o un maremoto como el Tsunami.

La señora Leroux lo miraba de reojo y le pedía que por favor no asustara a la concurrencia, pero aunque suene duro hay que saber que este país no está preparado para siniestros como los mencionados.

Bastó un ejercicio para entenderlo. ¿Hay en el país un sistema de transporte sanitario?, No. ¿Tienen todas las empresas identificadas las salidas de emergencia?, Tampoco. ¿El personal de las empresas está entrenado para socorrerse a sí mismo, para ayudar a las embarazadas y los minusválidos?, mucho menos.

Es mejor dejarlo ahí.

CON POCOS RECURSOS

A la señora Leroux se le preguntó por qué parecía que la Cruz Roja estaba de capa caída, es decir, que no se notaba su incidencia en la sociedad.

Su respuesta fue contundente: la Cruz Roja Internacional cambió sus estrategias y, a parte de sus trabajos ordinarios, ahora trabaja con los más pobres porque la pobreza es una fuente generadora de desgracias.

En ese sentido, en el país la institución ha efectuado diversos proyectos para mejorar viviendas, canalizar cañadas, y asesorar a pequeños agricultores para potenciar su producción.

“Nosotros trabajamos con el principal problema de la humanidad, la pobreza, que es la madre de las epidemias, del hambre, de la falta de vivienda, hacia ahí marcha la Cruz Roja Dominicana, sin abandonar sus propósitos iniciales”.

Esos trabajos se realizan fundamentalmente con la cooperación internacional, porque si fuera por los RD$20 millones que le entrega el gobierno para suplir todos sus servicios, pues habría que llevar a la Cruz Roja Dominicana a un centro de orfandad.

HAY QUE DONAR MAS SANGRE

Los dominicanos pueden donar de todo, menos sangre, porque hay una cultura de rechazo que se lo impide, a juicio de Leroux.

Pero la funcionaria entiende los ciudadanos deben abandonar esa práctica porque la misma impide que el Banco de Sangre de la Cruz Roja, y el de otros centros públicos y privados, estén abastecidos.

Un chico ácido que es donante permanente de sangre, porque esa es su gran riqueza, le sugirió a los directivos de la Cruz Roja que promuevan los clubes de donantes.

¿Y qué creen? Ya hay empresas que están creando sus propios bancos de sangre en la Cruz Roja, que impulsan la donación entre sus empleados porque ya han adquirido conciencia de la importancia de esa acción.

¿Quién más se anima?

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