Hoy 
A los ayuntamientos se les exige mucho pero se les da muy poco. Una campaña de salubridad, como la necesaria para contener el avance del cólera, no podría ser exitosa sin el apoyo de los ayuntamientos, pero éstos no reciben los recursos extraordinarios que necesitan para eso. Aparte de que no se les otorga la proporción de los ingresos públicos que acuerda la ley, tampoco son indexados por la inflación acumulada. Actualmente reciben lo mismo que hace cinco años.
Las facultad regulatoria que tuvieron sobre el transporte les ha sido mermada. Ahora, al menos cinco organismos oficiales están encargados de esa tarea, pero los ayuntamientos tienen que seguir cargando los costos y consecuencias del desorden circulatorio. Estas son solo algunas de las dificultades planteadas por los alcaldes de los municipios del Gran Santo Domingo durante su comparecencia al almuerzo semanal del Grupo de Comunicaciones Corripio.
Aunque ha mejorado la coordinación entre el Gobierno Central y los ayuntamientos, es necesario enfatizar en el papel que a éstos les corresponde como entes de desarrollo y hacer los ajustes necesarios para la autonomía financiera municipal. En otros países, incluso de condiciones económicas menos holgadas que la nuestra, los ayuntamientos son, de hecho y de derecho, auténticos gobiernos municipales.
Amagos contra la seguridad social
Cualquier medida unilateral de cualquiera de los actores de la seguridad social tendría efectos perjudiciales para esta conquista. Ese sería el caso de un aumento del 14% que la Asociación Nacional de Clínicas y Hospitales Privados pretende aplicar a los servicios médicos.
La seguridad social es el fruto de un consenso entre diversas partes y sería contraproducente que una sola de ellas tome decisiones por cuenta propia.
Un alza en los servicios vendría a agravar las prácticas de algunos establecimientos, que hacen cobros indebidos a pacientes asegurados.
Las autoridades y la organización que agrupa a las clínicas y hospitales privados tienen que acudir al diálogo para poner las cosas en el contexto que deben estar, pero bajo ningún pretexto se debe tolerar que haya medidas unilaterales en perjuicio de los servicios.
