Madrid, 11 mar (EFE).- El presidente del Gobierno español, José María Aznar, aseguró que «derrotaremos» al terrorismo y que serán capturados los responsables de los atentados de hoy en Madrid, que el Ejecutivo atribuye a ETA y en los que murieron al menos 186 personas y más de 1000 resultaron heridas.
«No hay negociación posible con estos asesinos que tantas veces han sembrado la muerte», dijo Aznar en una declaración institucional en la que añadió que no se debe «aspirar a nada que no sea la completa derrota del terrorismo» y su «rendición sin condiciones de ninguna clase».
Ante una bandera de España con un crespón negro en señal de luto y después de presidir la reunión de un gabinete de crisis, Aznar subrayó que «sólo con firmeza podremos lograr que acaben los atentados».
Las acciones terroristas en Madrid han sido «un asesinato masivo» que «carece de cualquier justificación», agregó.
El presidente del Gobierno español instó a los ciudadanos a manifestarse mañana en toda la geografía española bajo el lema «Con las víctimas, con la Constitución, por la derrota del terrorismo», en unas protestas que sean «tan abrumadoras como el dolor que sentimos hoy».
«Estamos del lado de la Constitución», resaltó Aznar, quien dijo que «no vamos a cambiar de régimen porque los terroristas maten ni para que dejen de matar».
Varios artefactos explotaron en cuatro trenes que circulaban desde la periferia de Madrid hasta la capital española a primera hora de la mañana, cuando miles de personas se desplazaban a la ciudad.
Dos de los convoyes sufrieron la detonación cuando se acercaban a la céntrica estación de Atocha de Madrid y otros dos en las afueras de la capital, en El Pozo y Santa Eugenia.
Mientras tanto, aumenta el número de heridos en estas acciones terroristas, que ya supera el millar.
Fuentes oficiales explicaron que el ministro español de Interior, Angel Acebes, informó a Aznar de que las primeras investigaciones confirman que el material explosivo usado en Madrid es el que habitualmente emplea ETA en sus atentados.
Aunque Acebes no especificó ante la prensa de qué tipo de explosivo se trataba, fuentes de la investigación indicaron que en cada bolsa dejada por los terroristas había entre 13 y 15 kilos de titadine.
Algunos de los explosivos tenían temporizadores programados para que estallaran más tarde y de esta forma alcanzar a los miembros de las fuerzas de seguridad especializados en desactivación.