Poco después de que una serie de bombas explotaran en varios trenes en Madrid, el gobierno español se apresuró a señalar que la autoría recaía en el grupo separatista vasco ETA.

El gobierno, líderes políticos y los medios de comunicación no dudaron en culpar a ETA de uno de los atentados terroristas más sangrientos de Europa. Murieron al menos 190 personas y unas 1.400 resultaron heridas.

Las calles de distintas ciudades españolas se colmaron de ciudadanos que manifestaron su repudio por lo atentados y en casi todas había pancartas en contra de ETA.

Sin embargo, unas pocas horas después, las dudas en torno a la autoría comenzaron a surgir. Un periódico árabe en Londres recibió un comunicado de un grupo combatiente árabe que se reivindicaba, en nombre de al-Qaida, los ataques.

De esta forma, el ministro del Interior español Angel Acebes declaró, horas después de su enfática acusación contra ETA, que el gobierno no descartaba ninguna línea de investigación.

En la mañana, poco después de producirse los atentados, Acebes criticó las declaraciones del presidente de la proscrita ala política de ETA, Arnaldo Otegi, quién negó el que atentados de Madrid fueran obra de ETA y sugirió que podrían tratarse de la «resistencia árabe».

A la duda que generó el comunicado se le sumó el descubrimiento de una furgoneta cerca a la zona de los ataques, en un corredor ferroviario al sur de Madrid, con detonadores y versos del libro sagrado musulmán, el Corán.

Dilucidar la autoría de los ataques podría requerir de cierto tiempo, tal y como lo han demostrado sangrientos ataques en Marruecos y Turquía, que aún no han sido resueltos.

Los principales sospechosos son los etarras, quienes en las últimas semanas dejaron claro que querían sembrar el pánico en España durante las elecciones presidenciales, pero ahora no se descartan posibles grupos extremistas árabes. Inclusive, se habla de una posible colaboración entre ETA y alguna organización árabe.

En el caso que ETA fueran los autores de las 10 bombas que explotaron en tres trenes de cercanías durante una hora punta, los atentados marcarían un giro radical en la estrategia de este grupo, que busca la independencia del País Vasco español y francés.

El atentado más mortífero atribuido a ETA se remonta a 1987, cuando 21 personas murieron al estallar una bomba en el parqueadero de un supermercado de Barcelona.

Hasta el jueves, a ETA se le acusaba de haber matado a más de 800 personas desde la década de los 60.

Expertos creen que la nueva generación de etarras está adquiriendo una estrategia más parecida a la utilizada por la red al-Qaida, acusados de ataques masivos, como los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos.

En contra de ETA están las acusaciones de que el 24 de diciembre intentaron hacer volar con dos trenes una estación principal de Madrid. Asimismo, el 29 de febrero la policía interceptó una furgoneta y se incautó de media tonelada de explosivos pertenecientes a ETA.

En las bombas del jueves se utilizó la titadine, un tipo de dinamita comprimida que las autoridades también hallaron en la furgoneta en febrero.

A pesar de estos indicios, un importante funcionario francés señaló que no se debería descartar la posibilidad de que un grupo radical islámico esté detrás de la matanza de Madrid.

«Aún no hay suficientes elementos para confirmar en un 100% que se trató de ETA», dijo Gilles Leclair, director de la Unidad de Coordinación Antiterrorista de Francia.

Claude Moniquet, del Centro Europeo de Seguridad y Estrategia de Inteligencia, dijo que los ataques de Madrid tienen cierto sellos de grupos combatientes islámicos.

«Los objetivos múltiples son muy comunes de al-Qaida», dijo.

Por otra parte, España fue declarada por al-Qaida como uno de los países enemigos que se alió con Estados Unidos en su lucha «contra el Islam».

El diario árabe Al-Quds al-Arabi dijo el jueves haber recibido un comunicado en el que el grupo islámico Abu Hafs al-Masri, en nombre de la red al-Qaida, se reivindica los atentados.

El comunicado afirma que la «escuadra de la muerte de la brigada» penetró «uno de los pilares de la alianza de los cruzados, España».

Se duda de la seriedad que podría tener el grupo, ya que según medios de prensa y Estados Unidos, ellos también se atribuyeron el apagón del año pasado en el este de Estados Unidos.

No obstante, lo señaló el gobierno español, ya no se descartan líneas de investigación.