Azúcar amarga el TLC

Azúcar amarga el TLC

WASHINGTON (EFE).- En lugar de dulcificar, el azúcar amarga el pacto comercial firmado por Washington con América Central y República Dominicana, ya que los productores de Estados Unidos se oponen en masa a la ratificación del acuerdo.

El Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Centroamérica, República Dominicana y EEUU prevé un pequeño incremento en las importaciones de azúcar de esos países por parte de Washington, pero aún así, la industria norteamericana se ha puesto en pie de guerra.

Según la Alianza de Azúcar de EEUU, una asociación empresarial del sector, el Congreso y la Casa Blanca han recibido más de 60.000 cartas en oposición al TLC.

«Es muy simple, cuando se importa azúcar extranjero subsidiado, se exportan empleos estadounidenses», dijo el director de análisis económico de ese grupo, Jack Roney.

En realidad, los productores y procesadores de caña de azúcar y remolacha de EEUU conforman una de las industrias más protegidas del país, según explicó a EFE Mac Destler, un experto en comercio de la Universidad de Maryland.

Un sistema de cuotas limita las importaciones y hace que el azúcar en un supermercado estadounidense cueste más del doble que en el resto del mundo.

Además, el azúcar centroamericano y dominicano es más barato porque los cultivos son más productivos, no debido a ayudas estatales.

A pesar de representar el proteccionismo puro y duro, el sector ha dejado a la defensiva al gobierno del presidente de EEUU, George W. Bush.

Washington ha respondido «enfatizando lo poco que los centroamericanos y dominicanos van a obtener», según Destler.

El aumento de las importaciones el primer año que entre en vigor el TLC, sólo ascenderá a un 1,1 por ciento del consumo de azúcar de EEUU y nunca llegará «ni de cerca» a las 500.000 toneladas que América Central enviaba hace diez años a este país.

Además, el Gobierno ha prometido bloquear las compras de azúcar si el precio cae en el mercado interno y en su lugar pagar compensaciones a Guatemala, Honduras, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador y República Dominicana, según permite el TLC.

La industria azucarera es el único sector estadounidense que rechaza en bloque el acuerdo, puesto que la otra fuente de oposición, la textil, está dividida sobre el pacto.

El sector sólo representa un 1 por ciento de las ventas de productos agrícolas de Estados Unidos.

No obstante, cuenta con una influencia política que no se corresponde con su peso en la economía, gracias a que desde 1990 han aportado un 17 por ciento de las contribuciones de las empresas agrícolas a causas políticas.

Además, el sector se beneficia de su concentración en ciertos estados dispersos por el país, que van desde Florida y Luisiana, donde se cultiva la caña de azúcar, hasta Idaho, Wyoming y Montana, donde crece la remolacha.

Asimismo, la estrecha mayoría republicana en el Congreso da al sector un poder especial, ya que puede derrotar al TLC si logra convencer a un pequeño número de legisladores de ese partido de que lo rechacen.

En el pasado, Bush ha echado mano de demócratas centristas para anular deserciones republicanas en asuntos comerciales, pero esta vez lo tiene más difícil.

La semana pasada, los líderes de la Coalición de Nuevos Demócratas, un grupo de 41 legisladores que apoyan el libre comercio, rechazó el pacto por considerar que no protege suficientemente a los trabajadores.

Aún así, Bush se ha empeñado en que se apruebe, y el jueves dará una señal de su compromiso al recibir a los presidentes de América Central y República Dominicana en la Casa Blanca, pues el Gobierno es consciente de que se juega algo más que este pacto.

«Si se rechaza el TLC por un sólo producto, nuestra capacidad de negociar acuerdos comerciales futuros se verá comprometida», dijo John Murphy, vicepresidente de la Cámara de Comercio de EEUU, que apoya el acuerdo comercial.

La industria azucarera también lo sabe. «Hay 21 países productores de azúcar a la espera, como aviones en la pista de despegue, que confían en lograr un acuerdo muy favorable (con EEUU) como el que ha logrado América Central», afirmó Roney.

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