Hoy 
Por MARIO MÉNDEZ
En el mercado interno del azúcar comienza a sentirse una escasez en momentos en que el precio mundial del dulce alcanza sus mayores niveles en más de un cuarto de siglo. El precio del azúcar crema para entrega en marzo se trepó ayer a 18 centavos de dólar la libra, en una escala alcista que no parece detenerse, impulsada por el creciente uso de la caña para la producción de etanol. Durante toda la década pasada el azúcar crema se negoció a menos de 10 centavos de dólar en el mercado mundial.
Si a eso se agrega que la producción de azúcar en el país ha bajado y que la cuota en el mercado prefencial fue aumentada hasta los 205 mil toneladas métricas, no parece haber otra salida para enfrentar la escasez del dulce que la de autorizar importaciones.
El consumo nacional ha sido estimado en unas 350 mil toneladas métricas al año que sumadas a la cuota preferencial de 205 mil toneladas métricas, hacen un total de 555 mil toneladas.
La producción nacional apenas da para cubrir con ambas partidas.
El problema está en que a los precios del mercado mundial de hoy, más el pago de los impuestos, obligarían al consumidor dominicano a pagar un precio muy alto por el dulce.
Esto afectaría también a la industria que utiliza azúcar como materia prima. Los expertos esperan que el precio del azúcar siga subiendo, pues muchos países siguen interesados en incursionar en la producción de etanol.
En su reciente discurso sobre el Estado de la Nación, el presidente estadounidense George W. Bush también llamó a una mayor inversión en etanol para ayudar a reducir la cantidad de petróleo que Estados Unidos importa de Medio Oriente.
Asimismo, en Brasil, uno de los mercados globales más importantes, el papel del azúcar como ingrediente en las comidas es ahora secundario al que posee en la producción de etanol.
Brasil es el mayor exportador de azúcar y líder en la producción de etanol ya está destinando el 52% de su cosecha de caña de azúcar para etanol, frente al 48% de 2003, según la Organización Internacional del Azúcar.
