SANTIAGO (AFP).- La líder socialista Michelle Bachelet será investida este sábado como la primera mujer al frente de un gobierno en Chile, ante delegaciones de 120 países y el Parlamento en pleno reunido en Valparaíso, 110 km al oeste de Santiago. Un contingente de 3.200 policías desplegados en Santiago y Valparaíso conforma el marco de seguridad desplegado por las autoridades chilenas en torno a una treintena de jefes de Estado que concurrirán a las ceremonias junto a más de 1.200 periodistas de medios nacionales e internacionales.

El presidente Ricardo Lagos, socialista y agnóstico como su sucesora, le entregará el mando y la misión de continuar la tarea de los tres anteriores gobiernos de la Concertación Democrática, la coalición de centro-izquierda que hace 16 años reemplazó a la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990).

La secretaria de Estado estadounidense Condoleezza Rice, la ministra de Defensa francesa Michelle Alliot-Marie y la primera ministra de Nueva Zelanda, Helen Clark, simbolizarán la presencia femenina en la ceremonia, que comenzará al mediodía en el Salón de Honor del Congreso Nacional.

Médica pediatra de 54 años, experta en temas de seguridad, separada y madre de tres hijos, Bachelet se propone implantar un nuevo estilo de gobierno, con una paridad de hombres y mujeres en su gabinete y equipos de trabajo.

“Chile va a ser el primer país que tendrá, en los distintos cargos de toma de decisiones en el sector público, paridad total”, anunció la nueva presidenta.

Los presidentes Hugo Chávez de Venezuela, Evo Morales de Bolivia, Alejandro Toledo de Perú, Néstor Kirchner de Argentina y Tabaré Vásquez de Uruguay también concurrirán a los actos, en los que saludarán a la nueva mandataria y tendrán su último encuentro con Lagos, que se apresta a emprender nuevas tareas en el campo internacional.

“No tenemos que caer en conceptos de guerra fría sino desarrollar una política exterior que nos permita los mejores acuerdos con los países vecinos, y mantener buenas políticas de integración y de cooperación”, dijo Bachelet cuando ganó la presidencia el 15 de enero con 53,5% de los votos.

El presidente de Haití, René Preval, tendrá en Chile sus primeros contactos regionales después de su reciente elección. Varios países latinoamericanos integran la fuerza multinacional instalada hace dos años en Haití para garantizar la paz social y la estabilidad política.

Bachelet visitó Haití durante dos días en julio de 2004, en su condición de ministra de Defensa, para sellar el compromiso de Chile con el restablecimiento de las instituciones afectadas por la crisis política tras la caída del gobierno de Jean Bertrand-Aristide.

En el plano interno, la presidenta recibirá un país con una economía en expansión, un crecimiento anual de 6% en su Producto Interno Bruto (PIB), una inflación controlada y tratados de libre comercio con Estados Unidos, Europa, Corea del Sur y China, entre otros mercados.

Pero también heredará la pobreza que afecta a 18% de los 15 millones de chilenos, un desempleo que sobrepasa el 7% de la fuerza laboral y niveles de desigualdad que sitúan a Chile entre los países con una mayor inequidad social.

Para enfrentar estos desafíos en los próximos cuatro años, Bachelet tendrá por primera vez desde que se inició la “Era la de la Concertación” una mayoría en las dos ramas del Parlamento, conformada por el socialismo, la democracia cristiana, el Partido Radical Socialdemócrata y el Partido por la Democracia.

La primera presidenta en la historia de Chile se propone sin embargo aplicar “un nuevo estilo” de hacer política, según anunció la noche en que fue elegida.

“Fui la candidata de los ciudadanos. Ahora seré la presidenta de los ciudadanos”, afirmó entonces, al recordar que su postulación presidencial no surgió de las cúpulas partidistas sino de las encuestas.