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SANTIAGO DE CHILE (AP) .- El gobierno de la presidenta Michelle Bachelet tuvo su primer diferendo con la Iglesia Católica chilena por el anuncio de la ministra de Salud de la entrega a quien lo requiera de una píldora anticonceptiva. Aunque la ministra María Soledad Barría precisó más tarde su anuncio formulado el jueves de que la llamada píldora del día después sería entregada en los consultorios públicos a los que la requirieran, sin receta médica como se hace actualmente, la medida tuvo amplia repercusión y la iglesia salió el viernes a contradecirla.
La ministra señaló que la entrega de la píldora no figura entre las medidas inmediatas del gobierno de Bachelet, pero el secretario general de la Conferencia Episcopal, obispo Cristián Contreras, refutó la pretendida igualdad que manifestó Barría en la entrega del anticonceptivo no sólo a quienes tienen recursos para adquirirla.
«Si se trata de equidad, y si se pretende graficarlo con el acceso a la píldora de una chiquilla de un barrio rico versus las niñas de sectores pobres, creo que hay otras necesidades que, en el ámbito de la salud de los ciudadanos, debieran ser objeto de la solicitud de las autoridades, expresó el obispo Contreras.
Señaló que debiera ser preocupación de las autoridades «la escandalosa discriminación entre ricos y pobres en pacientes con enfermedades graves. Eso me parece un tema de fondo por tratar, como lo son también tantas situaciones de verdadera injusticia.
Monseñor Contreras remachó de que «la equidad debe buscarse para aquellas situaciones que son buenas para el ser humano
La Iglesia Católica rechaza la píldora anticonceptiva por considerarla abortiva. Pero las autoridades niegan que tenga ese carácter.
La entrega universal de la píldora forma parte del programa de la presidenta Bachelet, quien es médico pediatra.
El portavoz oficial de su gobierno, Ricardo Lagos, dijo el viernes que «si bien es un compromiso de campaña, no es la urgencia que tiene hoy el Ministerio de Salud.
Las prioridades de ese ministerio, según el gobierno, son la gratuidad de atención a mayores de 60 años en hospitales públicas, medida que se puso en práctica en los primeros días de su gestión, y la ampliación a 40 de las enfermedades que son atendidas en forma prioritaria y con apoyo del estado.
