NACIONES UNIDAS, (AP).- Michelle Bachelet espera que las cenas suntuosas, los cóckteils y las reuniones de líderes mundiales y grandes ejecutivos en Davos la ayuden a recaudar fondos para la nueva agencia de las Naciones Unidas que promueve la igualdad de género.

El Foro Económico Mundial será para Bachelet una especie de presentación en sociedad en la escena mundial como líder de esa nueva agencia. Y desde Davos dará el punta pié inicial a una campaña que busca recaudar 500 millones de dólares en dos años.

La intensa actividad social le dará a Bachelet la oportunidad de gestionar ante algunos de los personajes más poderosos del mundo donaciones para su campaña y que incorporen más mujeres a sus empresas, ayudando a garantizar que el 51% de la población mundial reciba el mismo trato que el resto. El secretario general de la ONU Ban Ki-moon encomendó a Bachelet la dirección de la nueva agencia y el nombramiento fue muy bien visto por los 192 estados miembros del organismo mundial.

«Es una enorme responsabilidad», declaró Bachelet a la AP el martes, un día después de presentar la junta ejecutiva de la agencia y de ofrecer un informe sobre sus primeros 100 días de trabajo.

«La creación de la agencia de la ONU para la Mujer ha generado muchas expectativas entre los estados miembros y entre las mujeres en general». Queda mucho por hacer, incluida la formación de un equipo de altos funcionarios, pero ya hay un presupuesto base de 51 millones de dólares y una estructura organizativa que va tomando forma.

El objetivo inicial de la agencia es promover la presencia de la mujer en posiciones de mando en el terreno político y económico, así como poner fin a la violencia contra la mujer, darle a la mujer un papel más prominente en las fuerzas de paz y la inclusión de programas de igualdad de género en las plataformas de los gobiernos a todos los niveles.

«He estado trabajando mucho, mucho», dijo Bachelet, quien se instaló en Nueva York hace cuatro meses.

 «Voy a la oficina temprano y regreso a casa tarde». Bachelet asegura que vio poco de Nueva York desde que asumió el cargo en septiembre y que se la pasa de reunión en reunión, con colaboradores, otros funcionarios de la ONU y embajadores. El recorrido desde su departamento en Manhattan y la sede de la ONU lo hace caminando. La ex presidenta chilena pasará tres días en Davos y luego asistirá a una cumbre de la unión Africana en Etiopía. De allí seguirá al Congo y a Egipto.

«Esta es una experiencia totalmente nueva para mí, ser parte de un sistema internacional», comentó Bachelet, una socialista moderada que como presidenta de Chile entre el 2006 y el 2010 mantuvo políticas de mercado libre y trató de aumentar los beneficios sociales de los pobres.

«Cuando vienes aquí como presidenta (de un país), llegas, hablas ante la Asamblea General y eso es todo», manifestó. «Pero ahora tengo que aprender todas las reglas y procedimientos, los detalles de los contratos. Hay muchísimas reuniones».

«Mi vida ha sido interesante, pero extraño a mi familia y a mi gente en mi país», agregó Bachelet, una mujer de 58 años, separada, madre de un hijo y dos hijas y abuela de dos varoncitos.

«Vienen a visitarme, pero no a vivir. Sus vidas están en Chile», señaló. Incluida en el 2008 en el 22do lugar en la lista de las 100 mujeres más influyentes del mundo por Time Magazine, Bachelet se muestra como una mujer campechana, graciosa, al responder preguntas en inglés y en español.

De baja estatura y con sus anteojos redondos, tiene la imagen de una pediatra de suaves modales, que es realmente lo que era antes de convertirse en una poderosa líder mundial.

 Oficialmente, la agencia se llama Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Potenciamiento de la Mujer y su misión es estudiar temas de la mujer, suministrar asistencia a los miembros de la ONU y monitorear lo que hace la ONU para promover el avance de la mujer.

Las operaciones de la sede de Nueva York serán costeadas con fondos del presupuesto regular de la ONU. Otros programas y operaciones dependerán de donaciones.

El presupuesto combinado de los cuatro organismos de la ONU que fueron agrupados en la agencia para la mujer era de unos 220 millones de dólares anuales. Bachelet quiere llegar a los 500 millones en dos años y a mil millones de dólares a mediano plazo.