CASABLANCA. Chile (AP) _ La presidenta Michelle Bachelet, en su primer contacto con la ciudadanía, prometió que su gobierno consultará al pueblo, será paritario y descentralizado.

Seis horas después de convertirse en la primera presidenta de Chile participó en su primera concentración en este pueblo rural, 74 kilómetros al noroeste de Santiago, que se volcó a las calles portando globos de colores y banderas chilenas, colmando la Plaza de Armas.

Llegó al lugar en un automóvil descapotado luego de saludar a decenas de niños que le entregaron flores y pequeños regalos.

En el escenario que levantaron en el pueblo la esperaba el general retirado de la fuerza aérea Sergio Poblete, que estuvo preso en la Academia de Guerra junto al padre de la presidenta, el general Alberto Bachelet, que murió encarcelado a causa de las torturas que le infligieron los militares golpistas.

Poblete viajó desde Bélgica, especialmente invitado por la mandataria.

Todas las organizaciones del pueblo, incluidos campesinos, bomberos, y niños, desfilaron delante de la presidenta, que no dejó de sonreír y saludar con su mano derecha en alto.

En su primer discurso luego de ser investida dijo que quiere «que en mi gobierno las autoridades no sólo demos cuenta pública de nuestros actos, (sino que) queremos gobernar dando la cara y consultando también a las personas».

«Estoy convencida que la ciudadanía tiene mucho que aportar para tomar decisiones correctas», agregó.

El primer gabinete de Bachelet tiene 10 hombres y 10 mujeres y los viceministros son 17 varones y 16 damas. Dijo que espera que hacia el final de su gobierno de cuatro años las mujeres ocupen más cargos de gobierno y prometió medidas concretas para lograrlo.

También enfatizó en la descentralización del gobierno y recordó que dos de sus ministros viven en regiones.

«Se trata de tener un gobierno entero al servicio de ustedes», les dijo a los asistentes.

Posteriormente Bachelet se dirigió a Santiago, adonde llegará en otro automóvil descapotado hasta el palacio de La Moneda, la sede de gobierno. Allí se congregaron desde temprano miles de personas, mayoritariamente mujeres, que la esperaban con pancartas y banderas con el rostro de la mandataria.

Muchas usan bandas presidenciales cruzadas sobre su pecho, moda que se instauró la noche del 15 de enero, cuando fue electa en segunda vuelta con un 53% de los votos.